Capítulo 22Alba se había tomado dos días de descanso junto a Lucía, pasaron esos dos días en el spa pero Alba parecía estar más ausente que compartiendo el tiempo con su novia. Puso todo de sí para pasar un buen momento y hacer que Lucía también lo pase y eso fue lo que le hizo un click en su cabeza. Pasar un buen tiempo con la persona que supuestamente se ama no tiene que ser un esfuerzo, tiene que nacer de uno, se tiene que querer realmente, no había que esforzarse, había que desearlo.
La misma tarde que habían llegado, Alba le informo a Lucia que tenía que cubrir una guardia nocturna y luego hacer su horario normal de todos los días, sin darle tiempo a protestar o a decir algo, Alba se cambio y se fue directo al hospital, si bien no tenia guardia que cubrir, arreglo con una colega para cambiar los horarios, al otro día se inventaría algo para explicarle a Lucia porque llegaba tan temprano a casa.
Alba sentía que necesitaba salir de la casa, que necesitaba alejarse unas horas de Lucía, odiaba sentirse así pero no había nada que pudiera hacer o por lo menos no sabía exactamente qué hacer, entonces prefería escaparse al trabajo y poder hacer cosas más productivas que solo pensar en qué hacer con su vida.
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Por suerte o por desgracia la guardia había estado demasiado movida esa noche, Alba estuvo bastante ocupada como para poder preocuparse de otra cosa que no sea atender a los pacientes que iban llegando.
Para cuando la guardia había llegado a su fin, la rubia se sentía mucho mejor, más tranquila y hasta con más ánimos de irse a su casa. Cuando estaba por salir se cruzo con Natalia quien estaba por atender a un pequeñuelo, Alba frunció el ceño cuando la vio y se dio cuenta de las condiciones de la morena, se acerco a ella y pidiéndoles disculpas a los padres del niño la saco del box.
- Alba ¿Qué sucede?
- ¿Qué estás haciendo Natalia?
- Trabajando.- la morena arrugo la nariz y estornudo varias veces sin poderlo evitar.- ¿No es obvio?
- ¿Trabajando así? ¡Estas enferma!
- Es solo un resfriado.- Alba llevo su mano hasta la frente de la morena
- Y tienes fiebre. – la rubia negó con la cabeza.- vamos que te vea el clínico.
- Alba espera.- la morena sonrió – estoy bien, no hace falta que me cuides.
- No te estoy cuidando a ti. – Nat arqueo las cejas – bueno si, pero también a los chicos que estas atendiendo. Anda, vamos.
- No.
- Hazme caso. Vamos. – tomo la mano de la morena y prácticamente la arrastro hasta donde estaban los clínicos.
- ¿Qué hacemos con los pacientes que quedaron ahí esperándome?
- ¿Con quién estas hoy?
- Con Mamen.
- Bien, quédate aquí, iré a decirle que los atienda.
- Pero...
- Pero nada... no seas chiquilina.
Alba volvió hacia el área de pediatría y busco a Mamen, no podía creer que Natalia fuese tan inconsciente de ir a trabajar con gripe, sabiendo que trata con niños y ellos están siempre muy propensos a contagiarse de todo y lo peor era que en un par de días tenían la operación de Megan.
- ¿Mamen?
- Doctora Reche ¿Qué puedo hacer por ti?
- La doctora Lacunza está enferma y seguramente se vaya a casa hoy ¿podrás tomar sus pacientes?