Capítulo 7
Alba había utilizado todo lo que le quedaba del día en repasar el caso de la pequeña Megan, tendría que aprender a separar los sentimientos de las obligaciones, en ese momento no tendría que existir nada más importante que Megan, la pequeñuela no tenía la culpa de las diferencias que ambas doctoras pudieran tener.
Alba estaba tan sumergida en la lectura que no se dio cuenta de cuánto tiempo había pasado, lo único que pudo sacarla de su concentración fueron unos golpecitos en la puerta de su consultorio.
- Por favor que no sea ella, que no sea ella. – susurro – Adelante.- dijo después, sonriendo cuando vio a su madre cruzar la puerta.
- Hola, cariño. – Alba frunció el ceño al notar la cara de preocupación que su madre tenía.
- ¿Qué sucede? – pregunto luego de que Rafi besara su frente.
- ¿Estás bien?
- Si ¿Por? – Rafi tomo una de las sillas y la acerco hasta Alba sentándose a su lado.
- Es que vengo de la cafetería y no sé si mis ojos me engañaron o que... pero creo haber visto a... - Rafi carraspeo – a Natalia.
- Ah. – Alba asintió – sí. ¿Todavía estaba en la cafetería? – esa pregunta la hizo más para sí misma que para su madre.
- ¿La habías visto? – Alba suspiro, no tenía ganas de mantener esa conversación con su madre en esos momentos pero sabía muy bien que si no le daba algún tipo de explicación, Rafi no se iría de allí.
- Si, Natalia trabaja conmigo en el caso de Megan, la contrataron hace una semana atrás, recién se incorporó hoy porque tuvo un pequeño accidente con la moto. – Alba levanto su mano haciendo que Rafi no acotara nada más. – y la verdad que no tengo ganas de hablar de ella, mamá. Por favor no te enfades.
- No tienes que guardarte estas cosas, Alba. Soy consciente de lo mal que lo pasaste.
- ¿Cómo? – Rafi frunció el ceño - ¿Cómo sabes como la pase si ni siquiera me viste un día durante casi cuatro años? – Alba tomo una enorme bocanada de aire y la soltó lentamente – Lo siento, sé que fue mi culpa que no me vieras. Pero estoy bien de verdad. – Rafi asintió
- ¿Lucia?
- ¿Qué pasa con ella?
- ¿Sabe que estás trabajando con Natalia?
- No – contesto Alba mientras se pasaba ambas manos por el rostro. – Y en serio, de verdad. No quiero hablar de Natalia. – Rafi iba a protestar y Alba la freno – por favor, mamá, de verdad.
- Está bien. – suspiro - ¿A qué hora van a casa? – Alba la miro confundida – hoy es el cumpleaños de tu padre
.
- Oh, sí. ¿A las nueve?- Muy bien. – Rafi se acercó a Alba y volvió a besar su frente. – Si necesitas hablar de algo, sabes que siempre estoy dispuesta a escucharte ¿Verdad?
- Lo sé. Gracias. – sonrió –
Alba termino de archivar toda la información que había estado leyendo y se refregó ambos ojos, últimamente la vista le estaba molestando un poco, no sabía si se debía a las pocas horas de sueño o si realmente necesitaba anteojos y con urgencia. Guardo todas sus cosas, se quitó la chaqueta blanca y la dejo colgada, tomo su cartera y cuando abrió la puerta se encontró de nuevo con esos ojos verdes, Alba dejo escapar todo el aire que retenía en los pulmones lentamente.