Capítulo 9
Julia paseaba en el living de su casa, iba de un extremo al otro, su ceño fruncido y una copa de vino en sus manos, suspiraba de vez en cuando. Alba la observaba desde el sofá, sintiéndose pequeña cada vez que Julia la miraba con desaprobación.
- Le diré que venga. – dijo completamente convencida – así ninguno de tus vecinos va a irle con el cuento a Lucía.
- ¿Cuento? – musito
- Si ¿Te piensas que van a ver a otra mujer entrar a tu casa y no se lo van a decir a Lucia?
- No sé si sea una buena idea Juls.- Alba suspiro, subió las piernas al sofá y se abrazó a ellas apoyando la frente en sus rodillas.-
- Alba. – Julia se sentó a su lado.- deben hablar, ya te lo explique. No solo se están autodestruyendo, sino que sus peleas están afectando a todos.
- No estoy lista. – Alba la miro con ojos suplicantes.
- No lo harás hoy pero de mañana no pasa. ¿Oíste?
- Juls...
- Reche. – la corto – yo mañana la busco en el hospital, hablo con ella y le digo que sí está dispuesta a hablar contigo que venga para aquí.
- Julia... en serio yo...
- Tú nada, mañana vas a hablar con ella y se acabó. Y no me mires así, no voy a cambiar mi forma de pensar. – Alba hundió su rostro entre sus manos.- quizás dándole el cierre definitivo dejas de sentir...
- ¿Que la amo? – termino la frase – no lo deje de sentir ni cuando intente odiarla con todo mi ser.
- Alba... ¿Amas a Lucia?
- ¿Por qué me preguntas eso? – frunció el ceño –
- Porque me estás diciendo que amas a Natalia.
- Natalia siempre fue parte de mi vida... Nat... ella...- Alba se refregó el rostro con ambas manos - sabes la historia ¿para qué quieres que la cuente de nuevo?
- No quiero que me vuelvas a contar tu historia, Reche. Quiero que me respondas esa simple pregunta ¿Amas a Lucia?
- Voy a casarme, Julia. Esa tiene que ser una respuesta más que valida. – Alba se levantó del sofá y se dirigió a la habitación pero antes de entrar se giró – buenas noches.- dijo antes de cruzar la puerta de la habitación haciendo que Julia pusiera los ojos en blanco, cuando su amiga no quería contestar una pregunta hacia eso, escapaba.
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A la mañana siguiente Julia se levantó temprano y lo primero que hizo fue ir hasta el hospital mientras Alba seguía durmiendo, la gaditana sabia a la perfección que si Alba despertaba antes de que ella saliera se iba a negar rotundamente y así iba a pasar un día más sin hablar con Natalia y también sabía que debía volver antes de que la rubia se levantara, no quería perderla de vista.
Una vez que estuvo en el hospital fue directamente al área de pediatría, no tardó mucho en encontrar a Natalia, a la pediatra le encantaba usar ambos de colores llamativos o con dibujos en ellos, ese día llevaba un pantalón azul y una chaqueta blanca llena de flores, soles y arcoíris. Antes de acercarse a ella se quedó observándola, no quería interrumpir su trabajo, es que justo en ese momento, Natalia, estaba atendiendo a un niño el cual lloraba y se aferraba a su padre impidiéndole así que la doctora lo pueda revisar como era debido, la castaña se puso a la altura del pequeño y comenzó a hablarle, Julia no podía escuchar que era lo que le decía ya que estaba a una generosa distancia pero sonrió cuando el pequeño comenzó a reírse aceptando que Natalia lo revisara, la doctora tenía su encanto y en su área de trabajo era la mejor, eso era algo que Julia no podía negar.
