Capitulo 37Alba se encontraba terminando de revisar unas historias clínicas y programando las cirugías de esa semana, tenía unos días demasiados complicados sin contar las emergencias que se presentaban diariamente.
Nat había pasado a verla esa mañana, no habían pasado demasiado tiempo juntas ese último tiempo, Alba tenía demasiadas cirugías y con el tema del invierno Nat tenía muchas mini personitas por atender, así que solamente había pasado esa mañana para desayunar con la rubia mientras revisaba sus historias clínicas e intentaban darse un tiempo para poder compartir.
- Hola... - Alba levanto la vista y se encontró con Julia del otro lado de la puerta. - ¿Puedo pasar?
- ¿Desde cuando pides permiso hija mia? - preguntó la rubia mientras sellaba la última historia clínica.
- Desde que sé que estás enojada conmigo.
- No estoy enojada contigo - respondió la rubia frunciendo el ceño y haciendo una mueca. - entra de una vez Juls.
- ¿Cómo estás? - le pregunto la gaditana luego de ingresar y cerrar la puerta del consultorio.
- Cansada... - la rubia suspiro - demasiado cansada, estos días tuvimos mucho trabajo ¿Y tú?
- Bien... - Julia se sentó frente la rubia. - bueno... no tan bien.
- ¿Qué sucede cariño? No te veo con ese ánimo de siempre, se que no emos hablado mucho últimamente entre tanto trabajo pero me preocupo por ti - Alba fruncio el ceño al ver la tristeza reflejada en el rostro de su amiga.
- Estoy viviendo en un hotel... Sab me ha pedido un tiempo.
- ¿Y eso? ¿Qué sucedió? - Alba se levanto y se sentó al lado de su amiga.
- Pues... no estuvimos en nuestro mejor momento. - La castaña suspiro.- y las cosas cada vez estaban peor.
- Pero... No puedo creerlo...
- ¡Hey! - Julia sonrio. - las mejores parejas tienen fuertes discusiones, peleas y tiempos de por medio, es algo que vamos a superar, estoy más que segura.
- Espero que así sea. - Alba tomo la mano de Julia entre las suyas. - no puedo imaginarmelas separadas. - ambas sonrieron. - ¿Y por qué te estás quedando en un hotel? Sabes que puedes ir a casa cuando quieras y cuanto tiempo quieras.
- ¿Y arruinarte el sexo salvaje con tu doctorcita? - La gaditaana nego con la cabeza. - no, no y más no.
- Ojalá existiera ese sexo salvaje. - dijo alba con un suspiro
- ¿Por qué no hay sexo? - se extraño Julia
- Porque no hay tiempo...
- Espera, espera... siempre hay tiempo para el sexo.
- Sí... sí vivieramos juntas.
- ¿Y qué esperan?
- Pues no lo sé... ¿Tiempo? - la rubia sonrió ante la cara de confusión de Julia. - estamos bien, en esa etapa del noviazgo donde todo es pura miel, azúcar, unicornios y arcoíris...
- ¿Pero...?
- Todavía tengo miedo de dar ese paso. Quiero estar un 100% segura antes de pedirle que viva conmigo.
- Pero si me acabas de decir que quieres que viva contigo.
- Lo sé pero una parte de mi tiene miedo... una parte de mi sigue asustandose cada vez que ella se queda en casa y no la encuentro al despertarme. Y esa parte no logra tranquilizarse hasta que la ve otra vez... por más que sepa que se esta duchando o esta en la cocina preparando el desayuno o simplemente entro antes que yo al hospital... ese miedo y dolor sigue instalado en mi y no desaparece hasta que la veo y aun así una pequeña molestia me sigue rodeando por un buen rato...