Ideas

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Capítulo 8

Julia se encontraba en el living de su casa, tenía una copa de vino en sus manos y miraba fijamente la pantalla de la televisión pero sin prestarle ningún tipo de atención. Había algo, más bien alguien, que rondaba por sus pensamientos estos últimos días, su mejor amiga, Alba, no se encontraba del todo bien, por las que la rubia intentara hacerle creer de que realmente estaba todo bien, ella podía saber a la perfección que no, esa Alba que ella veía todos los días se iba asemejando cada vez más a la Alba que conoció en la universidad, esa Alba llena de miedos, llena de dudas e inseguridades.

Julia estaba intentando armar un plan para ayudarla, debía hacerlo, era su deber de amiga pero sabía muy bien que cualquier solución iba a ser difícil de aceptar para Alba, por más que intentaba negarlo, el pasado le estaba consumiendo el presente de manera veloz.

- ¿En qué piensas, cariño? – la voz de Sabela la saco de sus pensamientos.

- En que te voy a extrañar mucho estos días. – Julia le regalo una de esas sonrisas que sabía que a su novia la derretía, prefería en ese momento, guardarse todo lo que respecte a Alba.

- Solo me voy una semana. – Sabela sonrió y se inclinó besando sus labios tiernamente.- seguramente tú y Alba ya arreglaron para hacer de las suyas en esa semana que me voy con Lucia. – Sabela se recostó en el sofá, descansando su cabeza en el regazo de Julia.

- Pues, no hemos arreglado nada todavía, mañana hablaremos seguro de eso. – Julia sonrió y volvió a fijar su vista en la TV, como si fuese lo mejor que pudiese ver en ese momento.

Algo dentro de ella le decía que lo que tenía en mente estaba completamente mal, completamente fuera de lugar pero ya no podía ver más así a Alba, ya no podía seguir viendo como ambas prácticamente se mataban en el horario de trabajo, como ambas eran sancionadas, en solo un mes de trabajo. Así que ella debía tomar cartas en el asunto le gustara a Alba o no.

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Al otro día, Julia paso por la cafetería del hospital y compro dos latte y una porción de tarta de frutillas, aprovechando que esa mañana no tenía ninguna consulta fue directamente hasta el área de traumatología y le dijo a la secretaria de Alba que no dejara pasar a ningún paciente por lo menos en media hora, la joven se mostró reacia a hacerle caso pero la cirujana le dijo que debían hablar algo con suma importancia, así que termino accediendo a lo que Julia le pedía.

- Buenos días. ¿Cómo está mi doctora favorita? – la saludo Juls cuando entro al consultorio de la traumatóloga.

- Hola Juls. – Alba sonrió – ¿Qué haces por aquí? ¿Te sientes bien?

- Sí, mi amor. Mira, te traje un latte y una porción de tarta.

- Rico. – le respondió mientras aceptaba las cosas.- ahora dime ¿Qué favor necesitas pedirme? – Julia se llevó una mano al pecho intentando verse ofendida.

- ¿No puedo traerte el desayuno sin que pienses que quiero un favor?

- Te conozco Julita – le dijo la doctora mientras tomaba un sorbo de café – ahora dime.

- Está bien – resoplo – nuestras novias se van hoy. – Alba asintió – y como siempre esa semana que se toman la pasamos juntas. – Alba volvió a asentir y entrecerró los ojos al notar que la gaditana no iba al punto en cuestión.

- Juls, ve al grano.

- Creo... - Juls miro a su amiga directamente a los ojos, sabía que era una mala idea, lo sabía y en ese momento le dieron ganas de irse corriendo.

It's not too late... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora