Capítulo 27
Flashback.
Alba se encontraba en la cama, su celular había sonado varias veces ya pero la rubia no le daba importancia, las primeras veces que había sonado tuvo la esperanza de que fuese Natalia pero no fue así. Nat realmente la había dejado, no había dudas de ello, Natalia ya no estaba, Natalia ya no llamaba, Natalia había desaparecido sin decirle a donde iría, sin confiar en ella para superar lo que sea que debía superar juntas, Natalia había optado por desaparecer de su vida sin mirar atrás.
Esta vez no era su celular el que sonaba sino la puerta principal, Alba junto todas las fuerzas que a su cuerpo le quedaban y se levanto de la cama, no sabía en qué momento se había cambiado de ropa, no sabía en qué momento se había quedado dormida, no sabía ni cuantas horas habían pasado, lo único que si sabía era que sentía que le habían arrancado el corazón de una manera muy cruel.
La rubia fue hasta la puerta de entrada, quito el seguro y dejo que la persona que estaba fuera abriera la puerta. Sus padres estaban del otro lado, notablemente preocupados, su hija había quedado qué pasaría con ellos el día ya que al otro día viajaba hacia la universidad.
Alba se alejo de la puerta y sus padres ingresaron al lugar, ellos le hablaban pero Alba no respondía, no entendía que era lo que le preguntaban, su capacidad para lograr escuchar se había ido, así como la de hablar o de reaccionar. Rafi se acerco a ella, apoyo sus manos en los hombros de su hija haciendo que esta le prestara toda la atención posible.
- Alba, cariño ¿Qué tienes? ¿Qué sucede? – Alba solo la miraba mientras sus ojos volvían a llenarse de lágrimas. - ¿Alba, hija?
- Nat se fue... - musito... - se fue mamá. – sollozo abrazando a su madre.
- ¿Cómo que se fue cariño? ¿Qué te dijo?
- ¿Decirme? Me dejo una estúpida nota... se fue mamá.- sollozo.- se llevo todo, ya no queda nada de ella aquí, se llevo cada una de sus cosas, mamá.
- Tranquila, cariño.- Rafi la abrazaba con más fuerzas intentando así reconfortarla pero era algo imposible, Alba lloraba sin consuelo.
- La amo, mamá.- le dijo Alba al separarse un poco de su madre, mirándola con lagrimas en sus ojos.
- Lo sé. – Rafi acaricio sus mejillas.- lo sé, mi amor. Lo sé.
Miguel y Rafi se quedaron con Alba, intentaron de todas formas que su hija se sintiera mejor pero nada tenia resultado, Alba no hablaba, solo lloraba.
Habían pasado un par de horas hasta que la rubia cayó en un profundo sueño, su madre no se despegó de su lado, Miguel tuvo que irse porque esa tarde tenia guardia, así que Rafi se dedicó a cuidarla ese día, le partía el alma ver así a su hija, tampoco podía creer que Natalia se haya ido así nada más, sin dar ni siquiera algún tipo de explicación, las habían visto hace apenas unos días y no parecía que se estuviesen llevando mal, ni siquiera los padres de Natalia habían aparecido, todo estaba demasiado tranquilo como para que terminara de esa forma.
Alba se despertó unas horas después, Rafi había terminado de guardar todo lo que su hija necesitaba llevarse de allí y ambas salieron para su casa. Al entrar a su habitación la rubia suspiro, las cajas, los bolsos, todo le recordaba que hacia tan solo unas horas había guardado todo con la ilusión de irse, de emprender ese nuevo viaje junto al amor de su vida y ahora la realidad era demasiado distinta, si, emprendería ese viaje pero lo haría sola, completamente sola.
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