Capítulo 29
Nat estaba esperando por María y Pablo en la sala de espera del área de ecografías, ese día su cuñada se haría una ecografía y quizás puedan conocer el sexo del bebé. La morena había estado al pendiente de todo lo que su cuñada necesitaba, como antojos, turnos con los mejores médicos, estaría demás decir que la morena ya había comprado miles de cosas para su pequeño sobrino, la cuna, la mecedora, ropa, juguetes, todo. Pablo la amenazo con que le quitaría el título de madrina si no se dejaba de comprar cosas.
La morena se puso de pie cuando vio a su cuñada entrar a la sala de espera, la sonrisa que traía en su rostro se borró al ver la cara de Maria, aunque no entendió en ese momento no tardó mucho en darse cuenta del porque su cuñada estaba así.
- No preguntes, porque no tengo idea.- le susurro Maria en el odio cuando abrazo a Natalia.
- Hola hermanita.
- Hola Pablo. – Nat le sonrió.
- Hola Natalia...
- Leticia. – La morena miro a su madre por unos segundos antes de poner toda su atención en su cuñada.-
- La doctora te está esperando ¿Vamos? –Maria asintió y camino con la morena al interior del consultorio
Ninguna de las dos mujeres hablo del porque Leticia estaba presente ese día, Natalia notaba que su cuñada no estaba para nada a gusto y fue por eso mismo que decidió no preguntar ni acotar nada. Hacia bastante tiempo que no veía a su madre, unos largos años en donde se limitó a atenderle el teléfono solo en las fechas importantes, como su cumpleaños o navidad.
Después de controlar a que el pequeño estuviese bien la doctora por fin les dijo lo que tanto estaban esperando.
- Felicitaciones, es una niña.- les informo la doctora.
- ¿Escuchaste eso, cariño? Una niña.- le dijo Maria acariciando el rostro de Pablo.
- La nena de papá. – dijo muy orgulloso.
- Desde ya te comprare baberos, hermano.
- Felicitaciones hijo, Maria.
- Gracias mamá.
- Gracias Leticia. – Contestó con una sonrisa, no porque sea Leticia sino porque estaba contenta al saber que su pequeña será niña.
Pablo y Leticia salieron del lugar mientras que Maria se terminaba de cambiar la ropa y la morena hablaba con la obstetra sobre la salud de su pequeña sobrina, por más que la doctora le decía que estaba en perfectas condiciones, la morena se quería asegurar de todo.
- A ver, Natinat. – le hablaba la doctora entremedio de risas.- eres la pediatra estrella del hospital. ¿Por qué estás tan nerviosa? Tú misma has visto la ecografía y sabes que la pequeña está en perfectas condiciones.
- Lo sé, es que solo me quiero asegurar de que mi cuñada y mi ahijada tengan lo mejor y que estén realmente bien... y...-
- Espera.- la obstetra la agarro por los hombros haciendo que la morena dejara de hablar.- la niña está bien, tu cuñada está bien, la que va a terminar mal eres tú si sigues así.
- Sí.- interrumpió Maria.- sí estas así ahora que ni nace, no me quiero imaginar cuando tenga 16 y ande rompiendo corazones como tú.
- ¿Cómo yo? – Natalia se llevó una mano al pecho haciéndose la ofendida.
- Sí, como tú, romeo de las lesbianas.- ambas rieron- Vamos que mi marido me espera. Gracias doc, gracias por todo.
- De nada linda, nos vemos dentro de unas semanas.
