Desperté gracias a los rayos del sol que se infiltraban por la ventana de la sala, abrí mis ojos centrando mi vista y me encontré tirado en el suelo con un vestido arropando mi cuerpo.Mi cabeza me dolía demasiado, estaba a punto de explotar.
¿Qué mierda pasó anoche?
- Tú tampoco te acuerdas de que pasó anoche ¿verdad? - me sorprendí cuando escuché la voz de Sarahí a mi lado, negué.
Me extendió una pastilla y un vaso de agua. La bebí.
- Buenos días, alegría - habló alegremente Niko - Se ven de la mierda - bajó de las escaleras.
- Muchas gracias - viré mis ojos - ¿Tú no tienes crudelia?
- Nop - dijo sin más.
- ¿Nada nadita? - pregunté.
- Nada nadita, ya estoy muy acostumbrado.
- ¿Y Mari? - preguntó Sara.
- Aquí nena, estaba arreglando unos papeles de Joaco - respondió Mariana entrando a la sala junto a nosotros.
- ¿Papeles? - pregunté.
- Así es, ya está todo listo. Niko y yo ya tenemos nuestras maletas, faltan las tuyas - frunzo mi ceño - ¿Qué? ¿No te acuerdas? - negué lentamente - Seré rápida, iremos de vacaciones a un lugar muyyy diferente - alargó la y.
- ¿Vacaciones? - pregunté incrédulo - Tengo un trabajo, chicos.
- Pero si ayer hablaste y dijiste que te ausentarías un mes.
- ¿¡Un mes?! - grité - No puedo ausentarme tanto.
- Oh vamos, Joaco, ya estás dentro. Yo sé que te divertirás mucho.
- La pasarás muy bien - alentó Niko - Te lo mereces.
Bueno, tal vez tendrían razón.
- Te servirá para despejarte de todo lo malo, vendrás como nuevo, ya lo verás - me animó Sara.
- Bueno, está bien.
Todos asintieron aplaudiendo emocionados. Desayunamos juntos, después ayudé a subir las maletas de los chicos al coche de Mariana para finalmente dirigirnos a mi casa.
- No quiero entrar ahí - les aclaré cuando llegamos.
- No te preocupes, cielo. Niko y yo entraremos por ti - Mariana acarició mi mejilla en un gesto gentil. Yo asentí.
- Sólo no le digan nada, por favor - pedí.
- No te preocupes, el ogro me la pela.
- ¡Niko! - Sarahí y yo le regañamos.
- Nos la pela, mejor dicho - corrigió Mariana mientras que yo viraba mis ojos ante la actitud de ambos.
Les di mi llave y después ellos entraron.
Media hora después salieron con mi maleta riéndose a carcajadas.
Niko se acercó a la cajuela y metió mi maleta.
- ¿Qué pasó? - pregunté confundido.
- Pues como nos pediste que no le dijéramos nada le aplicamos la ley de hielo - explicó Niko.
- Y mejor vámonos antes de que salga - ambos se subieron al coche y Mariana arrancó.
~☆~
Aunque el camino fue un poco largo, llegamos finalmente.
Alcé mis cejas sorprendido cuando miré una gran casa, parecía una mansión.
Sin duda nos divertiríamos.
apmo. 💜

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Sex Game [Emiliaco]
Fanfiction- "Bienvenido a mi juego de sexo, chico heterosexual". [Terminada]