13. Día 7

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"Obstáculos"
















~☆~






















Emilio.




















- Llevas veinte minutos exactos mirando hacia la nada, Emilio, ¿qué sucede?

Volteo mi vista hacia mi amigo que está sentado en su cama mirándome preocupado – Solo estaba pensando.

- ¿En algo bueno o malo?

- Solo pensaba.

- ¿En Ced? – mi cuerpo se tensa - ¿Piensas otra vez en él? – no respondo, vuelvo mi atención nuevamente hacia la pared y escucho un bufido por parte de él – Viejo, se supone que él es tema pasado, creí que lo habías superado.

- Claro que lo superé – admito restándole importancia.

- Entonces, ¿por qué dejas que te afecte?

- No me afecta él.

- Entonces, ¿quién?

Suspiro.

Vuelvo a mirarlo, mi rostro lo desconcerta unos segundos y finalmente lo suelto – Dylan, lo hice otra vez.

- ¿Qué cosa?

- El juego de sexo – su mirada cae.


Joaquín.

- ¡Buenos días, alegrías! ¿Qué tal la mañana? ¿Tienen hambre? - pregunto alegremente mientras me aviento a la cama donde están los dos.

- Bueno, ¿a ti que mosca te picó? ¿A qué se debe tu buen humor?

- Lo que dijo Niko por dos.

- No lo sé, me siento de buen humor - admito con simpleza.

Niko y Mariana entrecierran sus ojos y hablan al mismo tiempo - ¿A quién te follaste?

Finjo indignación – No sabía que tenía que follar para estar de buen humor.

- Yo si debo – Niko confiesa – Si mi culo está feliz yo también.

- Que directo – le digo - ¿Y tú? – señalo con mi cabeza a Mariana – ¿Qué te traes con Dylan?

- ¡Oh, sí! El show de ayer estuvo buenísimo, quien te viera.

- ¿De qué show estás hablando? – cuestiona confundida.

- ¿No te acuerdas? – ella niega lentamente – Te le montaste ayer cuando estaban jugando esa mamada del dado, comenzaron a besarse y te llevó al despacho.

- Y como sabes que Niko es súper chismoso corrió a verte follar.

- ¡Que pepa! – el mencionado me avienta una almohada.

- Eres un asqueroso – le dice ella - ¿No sabes que cuando uno está pedo y quiere coger tienen que darle privacidad?

- ¿Y tú no sabías que el chisme es mi pasión? – ella le lanza una almohada mirándolo atónita.

- Te la devolveré.

- A mí no me importaría.

- Oh dios mío, yo no quiero seguir escuchando esto – les digo tapando mis oídos.

- ¿Apoco nunca fóllarian con público?

Lo miro asqueado - ¿Sigues ebrio, Nikolas? Estás diciendo estupideces.

Sex Game [Emiliaco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora