25. Día 13 (2)

5.2K 552 1.2K
                                    

"Necesidad incontrolable"



~☆~






Emilio.




- ¿No dirás nada?

- No sé que quieres que te diga, Regina. Kate ya lo dijo todo.

- ¿Y por qué mierda no nos dijiste que te follabas a Joaquín? Ni que fuera un maldito delito para no decirlo.

- Porque no es su puto asunto – gruño - Ustedes no tienen por que meterse en mis decisiones, es mi vida y yo decido a quien me follo, ¿entiendes?

- Emilio – regaña Dylan – Recuerda que estás hablando con Regina.

- No, Dylan, déjalo, que diga lo que quiera – bufo, comenzaba a fastidiarme, me estaba aguantando las ganas de soltar mis pensamientos – Espero que no se te olvide que estamos en una casa en la cual hay reglas, Emilio. Tú más que nadie sabe que la regla de la casa es demasiado importante, significa mucho para todos ¡tú fuiste el que nos ayudó a crearla! – viro mis ojos - ¿Recuerdas la noche que decidimos prender una fogata? Pues ahí creamos la regla, hicimos una promesa y dimos nuestra palabra.

- La regla no está rota, solo follamos, es todo – me dejo caer en mi cama. Esta conversación era estúpida.

No tenía porque darles explicaciones. La regla seguía intacta.

- Chicos, por favor dejen de pelear – pide Sergio, el sigue apartado en una esquina escuchándonos – No se lo tomen tan apecho, los chicos solo se divierten, entiendo que lo querían tener en secreto, pero tampoco es para que hagan una escena solo porque se divierten y follan. Supongo que por eso mismo no querían decirlo. Están siendo muy intensos, solo relajense y dejen de discutir.

- Pues yo aún no puedo entenderlo. Solo se conocen de unos días y según Joaquín alardeaba de lo machito que era y ahora resulta que resultó igual de gay que Emilio. Esto sin duda no puedo entenderlo, que estupidez.

Dylan ríe levemente - Que cliché suena esto, ¿no lo crees, Emilio? - mi cuerpo se tensa.

- ¿Por qué lo dices, Dylan?

- No lo sé, que te lo diga Emilio.

- Cállate Dylan – gruño mientras me siento en la cama mirando a la única chica en la habitación – Métete esto en la cabeza, Regina – la miro con seriedad – No romperé la regla, yo sé que es demasiado importante por eso no lo he hecho. Si Joaquín y yo decidimos no contárselos fue porque él estaba confundido. Tenía demasiadas dudas acerca de sus preferencias así que me ofrecí a ayudarlo y le prometí que guardaría el secreto. Todo resultó muy bien al principio, descubrí que al final de cuentas ambos nos llevábamos de poca madre y siéndote sincero se convirtió en un excelente compañero de cama. Él me entiende y yo lo entiendo. Es una increíble persona.

- ¿Por eso no querías follar conmigo? ¿Por qué lo tenías a él? – resoplo.

- Creo que no te ha quedado claro algo, Regina – tallo mi rostro – Aunque acepto que esto es mi culpa por no darte un freno antes. Al principio tú y yo también follabamos por diversión, nos la pasábamos bien, me caías muy bien y no te negué la entrada a mi cama en ningún momento, pero siendote sincero comencé a aburrirme. No soy fan del sexo hetero porque no me gusta tanto, pero solo lo hacía para que dejaras de joder. Desde que follé por primera vez con Joaquín quedé enganchado a él, ese era el tipo de sexo que quería para mí. Me gustan los cuerpos de los hombres, sus voces, rostros y actitudes. No es lo mismo follar a una mujer que follar a un hombre. No soy tu novio, solo trato de ser tu amigo. Me caes muy bien, eres una excelente amiga y créeme que te he tomado cariño por eso te digo esto. No lo empeores y mejor olvidemos lo que hubo entre nosotros.

Sex Game [Emiliaco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora