8. Día 4

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"Paso 2"












~☆~
















Todo mi cuerpo entra en shock, mi boca no se mueve, pero la suya sí.

Mis ojos están abiertos como platos, miro su rostro pegado al mío y lo único que quiero hacer es correr lejos. Sus manos tienen un fuerte agarre en mis brazos inmovilizándome.

Su lengua abre mi boca y comienza a violar mi cavidad bucal.

Alzo mi pierna y con suerte logro atinarle un golpe en los bajos. Él automáticamente lleva sus manos a su zona afectada y aprovecho para atinarle un buen golpe en la cara empujándolo contra la pared. De igual manera aprovecho para salir corriendo lo más rápido que puedo.

Sentía que hasta la borrachera se me había bajado.

Cuando llego a mi habitación abro la puerta y me encierro.

Recargo mi cuerpo contra la puerta del cuarto mientras controlo mi respiración. Estoy tratando se asimilar lo que acababa de pasar.

Él. Me. Besó.

Un hombre me besó.

La sorpresa no es tan grande como es la confusión que siento en estos momentos al sentir que mis labios hormiguean, pero todo empeora cuando bajo mi mirada y me encuentro con que tengo una erección.

Oh

Jodida

Mierda

Caminé hacia el baño y entré a la regadera. Me desprendí de mi traje de baño y abrí el grifo.

El agua era caliente, primero quería tratar de relajar a mi cuerpo y entender porque diablos tenía una maldita erección.

Alzo mi mano hacia mis labios y cierro mis ojos mientras imagino su lengua acariciando mis labios.

La lengua de Emilio.

La lengua de un hombre, no una mujer.

Gimo frustrado cuando siento que mi erección comienza a doler más en busca de atención.

Nunca me había pasado algo así, dirijo mi mano a mi pene y comienzo a acariciarlo pensando en cuerpos de mujeres. Sus cinturas, caderas, glúteos y pechos.

Gruño molesto cuando siento que el dolor se intensifica. Me tranquilizo y vuelvo a cerrar mis ojos. Trato de recordar la noche que pasé con Kate y comienzo a jadear.

Imagino la manera en la que su boca hacia maravillas en mi pene, como lo chupaba, como lo succionaba. Imagino su lengua acariciándome y dios, está funcionando.

Con mi mano envuelta en el falo de mi pene sigo dándome placer mientras imagino la increíble noche de sexo que había tenido ayer.

Comienzo a gemir cuando recuerdo como se movía cuando me tenía dentro de ella. Estaba tan apretada, sus paredes hacían maravillas en mi pene. Se movía como una experta, sabía donde tocarme y como acariciarme.

Acelero mis movimientos y gimo más fuerte cuando recuerdo su lengua encima de mi cuerpo, lamiéndome, provocándome y excitándome.

Se movía tan bien, se sentía tan bien.

El agua caliente seguía corriendo por mi cuerpo, mi vientre comenzó a hormiguear y me preparé para mi orgasmo.

Unos ojos achocolatados vienen a mi cabeza.

Sex Game [Emiliaco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora