Sex Game [Emiliaco]

29. Día 15 (2)

"Lazos"

"I kissed a girl" de Katy Perry se reproduce en multimedia. 🌻

~☆~

- Entonces, ¿quieres que venga tu amiga?

- Sip, ¿crees que sea mala idea? - me acerco a él mientras le ayudo a colocarse su camisa.

- Si tú quieres yo te apoyo, solamente espero y sepa lidiar con lo que se enfrentará una vez que llegue a esta casa - baja sus brazos de su cabeza donde estaba arreglando su cabello a mi cintura acercándome más a él.

- Yo sé que no habrá problema solo.....por favor, no dejes que le hagan nada malo, ¿me harías ese favor? - coloco un puchero en mis labios.

Chasquea su lengua mirándome con sus ojos entrecerrados - Me pides demasiados favores y no me das nada a cambio, Joaco - resopla quejándose.

- Tú sabes que si te doy algo a cambio. Lo hago todas las noches y hasta más - le aclaro.

- Umh.

- Bien - sonrío divertido - ¿Qué quieres a cambio? ¿Una mamada?

Él sonríe de inmediato - No, lo que quiero es esto - sube una de sus manos dirigiendola a mi mejilla, me acerca a él y une nuestros labios. Abre mi boca de manera ansiosa metiendo su lengua en mi cavidad bucal explorando explícitamente comiéndome con su lengua. Un gemido que no puedo retener sale de mis labios aún en el beso, puedo sentir algo conocido rozándose contra mi andar y puedo asegurar a que Emilio se está exitando con solo nuestro beso así que me separo de su rostro - Y también quiero esto - me empuja hacia él abrazándome efusivamente, sus brazos me aprietan mientras deja caer su cabeza sobre la mía.

No puedo retener la risa que sale de mis labios.

Nos separamos al escuchar el toque de la puerta y la voz de Sergio que se escucha a los segundos - ¡Chicos, los estamos esperando! Follan ya que lleguen.

- ¡O en la Van, no hay pedo!

Llevo mis manos a mi rostro al escuchar el grito de Kate acompañado de la risa contagiosa de Emilio, tomo lo que me falta y salgo de la habitación.

Dios, sin duda en esta casa no existía la privacidad.

En el camino hacia la sala Emilio pasó su brazo por mis hombros acercándome a él, sonreí ante el acto y me dejé jalar por él. Todos salimos de la casa en orden, nos montamos en la Van y como siempre escuchamos música en todo el camino hacia el antro.

- ¡Soy una rumbera! ¡Rumbera! ¡Rumbera! ¡Vamos a bailar! - grita Kate cantando a todo pulmón.

Niko le sigue con la misma emoción  comenzando una coreografía desde su asiento - ¡Las manos hacia arriba, las manos hacia abajo, como los gorilas!

- ¡Uh! ¡Uh! ¡Uh! ¡Uh! - seguimos todos agitando nuestros puños al aire.

- ¡Todos caminamos, las manos hacia arriba, las manos hacia abajo, como los gorilas! - gritan Niko y Kate bailando en su lugar.

- ¡Uh! ¡Uh! ¡Uh! ¡Uh! - culminamos todos.

Una avalancha de risas es lo que sigue al culminar la canción. Al parecer el alcohol que habíamos consumido en el Yate se había esfumado, teníamos demasiada energía.

Y nos divertiriamos solo como nosotros lo sabíamos hacer.

- ¡Vamos a hacer un desvergue! - grita Mariana saliendo de la Van.