— Pol, ¿puedo pasar? — la puerta de aquella habitación de hospital se encontraba abierta, pero aún así tocaba y preguntaba por educación.
El nombrado de color blanco y rojo asistió suavemente con la cabeza, manteniendo su mirada perdida y hundida en miles de millones de pensamientos.
— ¿Podemos hablar? — pregunto nuevamente, siendo aceptado su petición con otro movimiento de cabeza.
— Claro.. — afirmo con un murmuro en voz baja, no tan audible pero lo suficiente para ser escuchado por el contrario, sintiendo como el alemán se posicionaba a lado.
Rusia pasaba cerca de ahí, trayendo un café para el alemán, pero al escuchar su voz dentro del cuarto, se puso a un lado de la puerta sin ser visto, para poder oír la conversación de los dos contrarios.
Alemania trato de tomar aire, pero sentía un nudo en el pecho, un nudo muy difícil de devolver, sintiendo como involuntariamente sus lágrimas se formaban en sus cuencas.
— .. ¿Porque no me dijiste que tienes leucemia? — logro decir a duras penas, mirando al polaco tan apagado, tan triste.
— ¿Porque no me dijiste de tu relación con Rusia? — dijo, igualmente en un murmuro bajo y sin fuerzas.
— Polonia, no estamos hablando de eso en estos momentos — hablo con sutileza.
— ¡No me importa ni una mierda, yo quiero saber! — gruño con notable furia, pero era más notable su melancolía que su ira en esos instantes.
No tardó en botar unas gruesas lágrimas de sus ojos claros parecidos a diamantes caros. Al alemán le dolía mucho visualizarlo de esa manera, quería calmarlo pero también tenía que desahogarse.
— No quería lastimarte — confesó cabizbajo.
— ¿¡Y crees que diciéndome lo un día antes de nuestra supuesta boda!?, ¿¡crees que así estaría votando brillos de felicidad!?, ¿¡y más sabiendo que vas a tener un bebé de otro, de Rusia!?, ¡DIME!, ¿¡CÓMO CREES QUE IBA A RECCIONAR!? — gritó con fuerza con aquella voz rota, pareciendo que sus cuerdas vocales explotarían.
— ¡YO QUIERO SOLO TU MALDITO BIEN! — gritó de igual manera, causando el silencio en la habitación, tomando un bocado de aire para después botarlo y mirarlo a los ojos — yo te quiero, Pol —
— Yo también te quiero, Germy — respondió sin dudarlo.
— ¿N- No me odias? — pregunto con una suave expresión de alivio en su rostro al escuchar las palabras de el bicolor.
— No, yo jamás sería capaz de odiarte, primero le daría mi alma a Satanás — respondió nuevamente sin dudar ni mentir.
Guardaron nuevamente unos largos segundos de silencio, hasta que la boca del polaco comenzó a articular palabras.
— Descubrí que tenía leucemia durante mi viaje, una semana después de ya estar allá. Comenzaron a salirme en mis brazos y piernas hematomas grandes, me sentía tan cansado, me dolía la mayoría del tiempo el cuerpo, me preocupe — lo miro mordiendo su labio inferior, botando un suspiro — cuando me dieron los resultados, no sabes cómo me puse, fue un horrible choque en mi ser, pero, primera vez no pensé en el suicidio ni nada comparado con la muerte, si, me deprimí pero hasta ahí, incluso te lo quería decir por llamada pero siempre cortabas la llamadas —
Alemania suspiro, sintiéndose ahora como una basura ante todas las múltiples veces que le colgó para que Rusia no escuchase.
También Rusia ante todos los dramas que ocasionó.
— Me quedan seis meses, por lo que me dijo el doctor — aflojó, observando como el de ojos almendrados chispaba sus ojos como si se fueran a salir de su lugar
— ¿Qué?.. ¿cómo que te quedan seis meses?.. — no se la creía — pero, hay terapias y tratamientos, medicamentos que la controlan, hospitales que combaten eso, podemos llevarte y ayudarte a recuperarte, tenemos el dinero suficiente y lo sabes bien —
— Germy — interrumpió, pausando unos instantes — , no quiero terapias, ni tratamientos, ni hospitales, no quiero nada, solo quiero anhelar tranquilidad y sentirme bien emocionalmente, me cansé de ir a hospitales, ya me harté, quiero tener compañía, pero ya no tengo a nadie — finalizó, bajando nuevamente la mirada.
— ¿Quién te dijo eso? — los dos contrarios se sobresaltaron al escuchar la voz del ruso a su lado, llamando la atención de inmediato — Polonia, ¿me permites hablar a solas unos momentos contigo? —
El alemán miro al polaco, quien asistió sutilmente con la cabeza, para seguidamente levantarse e irse de ahi, dejando a solas al bicolor y al tricolor, como deseaban.
— Polonia, yo.. quiero pedir disculpas —
— ¿Disculpas de que? — preguntaba aún en murmuros pacíficos y bajos en volúmen.
— ¿De que? de lo que te he hecho pasar, no era mi intención lastimarte quitándote a Alemania, no sabía que andaban juntos — bajo la mirada jugando discretamente con sus manos.
— Hiciste bien — sonrió — un verdadero hombre lucha por su amor — lamió un poco sus labios ante la resequedad.
— ¿No estás molesto conmigo? — pregunto con notable confusión.
— No, no tengo un porqué. Los que deben de estar molestos son ustedes — dijo — yo manipule a Alemania para que fuera mi pareja y seguidamente mi futuro esposo, lo atormente tanto con nuestro pasado, chantajearlo con mis problemas emocionales, lo hice inseguro e indeciso, creía que así solamente iba a estar conmigo siempre, que se iba a “enamorar” y me iba a necesitar, que sin mí no viviría, que se olvidaría de tí por completo, porque yo creía sentir algo más allá que amistad o eso creía pero.. no, no era amor lo que sentía por él, era obsesión.. —
— Entonces.. ¿porque te duele todo lo que está pasando? — pregunto nuevamente dudoso.
— Porque Germy no fue sincero conmigo, creí que había logrado mi capricho y por eso estaba feliz, recibir esto es horrendo para toda persona o la mayoría de personas, yo esperaba una linda boda, con un lindo esposo y una linda familia, pero no, no fue así — trato de calmarse un poco, tomando un gran bocado de aire para no dejar salir nuevamente esas gotas cristalinas, llamando ahora la atención del ruso — ¿sabes? mi felicidad está abajo de la de Germy, él se merece todo lo bueno del modo, de todas maneras, yo les deseo lo mejor del mundo a ustedes dos, porque se muy bien que se sí están profundamente enamorados y se corresponden —
Rusia bajo nuevamente la mirada nuevamente, no había que pensar ni que decir.
Pasó tanto tiempo criticando rumores y expectativas imaginarias del polaco. Ahora de arrepentía totalmente, es todo lo contrario al Polonia de su mente, el de la realidad están amable y humilde, su personalidad de terciopelo.
Lentamente se acercó al más menos, agachándose de rodillas para tomar aquella mano llena de aparatos.
— Polonia, esto casi no lo hago, pero, quiero pedirte perdón, pensé muy mal de tí, de como eres y creé una imagen falsa de tí, pero me dí cuenta que estoy más que equivocado, quiero reparar todos esos errores que Alemania y yo hicimos y te dañaron — cerro sus ojos — , ¿te gustaría ir a vivir con nosotros?, así no sentirás que estás solo, aunque bueno, jamás lo haz estado —
En el rostro de Polonia una sonrisa surcara sus delgados labios, notando se con rapidez la felicidad en su mirada.
— Claro que quiero — aceptó gustoso, dándole un abrazo con las pocas fuerzas que tenía en esos momentos, el ruso no tardó en corresponder, un poco desconfiando, pero siguió, sintiendo la pureza de ese noble corazón.
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📌 En busca de MI PAZ. ©
Fanfiction❛ Tuve un sueño, en donde tenía todo lo que quería y en ese sueño, estabas tú ❜. Rusia, apesar de los años, jamás ha podido olvidar a Alemania, al igual que sus malos traumas. En busca de su paz, fue en busca de este y ser nuevamente aquellos niños...