Era las ocho de la noche y la familia andaba cenando para irse a dormir temprano, no eran de quedarse desiertos a altas horas de la noche, rara vez hacían eso.
Todos comían la deliciosa comida que había preparado el polaco en modo de agradecimiento de haberlo recibido con los brazos abiertos en el hogar de los rusos. No cocinaba nada mal.
— ¡Um, que rica está esto! — hablo la menor con deleite y con la boca llena de aquella comida, causando una suave risilla en los presentes.
— Bielo, no hables con la boca llena, es de mala educación — susurro Rusia hacia su hermana, del cual ignoro completamente.
— Me alegra que les guste mi comida, no es la gran cosa, pero sabe bien — comento mientras comía de a pocos el alimento en su plato.
Había perdido el apetito, no era de comer mucho, literalmente, está en los huesos, su delgadez no era algo normal. Pero no era extraño de ver, su anatomía desde infante fue demasiado huesuda, así que, no era algo preocupando o no antes.
— Poli, ¿porque no comes?, tienes que comer un poco más — dijo el tricolor alemán.
— No tengo hambre, mañana me dará, tranquilo — comento con calma, mientras mostraba una sonrisa.
— Te haría bastante bien que fueras a un doctor — comento el chino, quien se encontraba a lado de la rubia, quien apoyo dicha idea.
— No, no hace falta. Además, ya dije que no quiero ir a hospitales, ni a doctores, ni a nada. Casi toda mi vida he parado en centros de salud por mis tonterías, quiero estar en paz un tiempo — posó su cabeza contra su mano, quien era elevada y apoyada por la mesa y el codo.
— Pero no estaría nada mal que te checaran — hablo nuevamente el alemán —, tienes que ir si o si —
El polaco río suavemente ante las palabras del heredero del fascista fallecido.
— Está bien, está bien, solamente porque tú insistes, Germy — mostró nuevamente su sonrisa, causando la de Alemania.
— ¡Uh!, ¡yo quiero acompañarlos, por favor! — vociferó, rogando la menor, causando la risa entre los presentes, a excepción del ruso.
Rusia hizo una mueca al ver las comodidades que tenían todos hacia el bicolor.
No había pasado muchos días desde que llegó y ya se había ganado la confianza de su familia.
— Ya acabé — interrumpió el de ushanka, limpiando su boca con una servilleta —, me iré al cuarto, nos vemos ahí, amor —
— Claro, cariño — se estiró un poco sin levantarse de su asiento, dándole un beso en la mejilla, para ver cómo se retiraba su futuro esposo.
(...)
Alemania llegaba al cuarto que compartía con su novio, bostezando prendió la luz, encontrándose con Rusia sentando en el borde de la cama matrimonial.
— ¿Uh?, ah, hola amorcito — saludo el alemán, mientras se acercaba al armario.
— ¿Porque tardaste tanto?, ya van a dar las doce — pregunto con un ceño fruncido, levantándose para quedar detrás del contrario.
— Perdí la hora hablando con Bielo, China y Poli, no sabes lo divertido que es hablar con ellos juntos — dijo el de colores negro, rojo y amarillo, soltando un par de risillas, algo que hizo fruncir más el ceño del mayor.
— En especial con Polonia, ¿no? — tales palabras, hicieron que Alemania volteara a verlo con notable confusión —, oh, perdón, con “Poli” — el de anteojos seguía confuso observándolo, hasta que comenzó a soltar nuevamente esas risillas.
— Veo que hay alguien celoso — hablo con notable burla.
— ¿¡Celoso!?, ¿¡de que voy a estar celoso yo!? — exclamó con una notable risa falsa y forzada.
— De que todos se lleven bien con Poli — contesto sacando una de las pijamas del armario.
— ¡Já!, ¿¡que te hace creer eso!? — pregunto nuevamente aún con esa risa y sonrisa forzada.
— En primera, porque cada vez que estamos hablando con él, veo tus muecas de niño chiquito, en segunda, como cada momento quieres interrumpirlo cuando alguien esta hablando con él, especialmente si es conmigo y en tercera, tus expresiones falsas, como esa sonrisa — respondió nuevamente, quitándose sus prendas para ponerse aquella pijama.
— Bueno.. — balbuceo sin ninguna palabras clave para responder a todo aquello.
— Te diré solamente una vez esto, Rusia. No tienes que ponerte celoso, ya no hay motivos, y sí me dices que es porque Poli está cerca de nosotros y pueda arruinar nuestra relación, déjame recordarte que él hizo una promesa de no meterse entre nuestra relación, además, tú fuiste quién lo trajo a la casa, yo no te obligué ni te di la idea, tú fuiste quién lo decidió. Ahora no lo podemos echar como si fuera nada, ya no tiene donde ir, ahora sólo nos tiene a nosotros, sus verdaderos amigos y su verdadera familia — visualizando con sus ojos vino al de ojos claros.
— Aún así no me gusta que tú ni nadie que yo considero familia esté cerca de él. Es que.. me da miedo que nos intente separar —
— Rusia, ¿acaso no me escuchaste?. Poli hizo una promesa, y la está cumpliendo, lo conozco perfectamente, lo va cumplir totalmente hasta el final de sus días, y más si son cosas en donde yo estoy, deja de ser un payaso, por dios — finalizó, sentándose en el borde del lado izquierdo, quitándose sus lentes, para levantar las sábanas y acostarse en la cama.
— Deja de ser payaso.. — susurro lo último entre dientes, imitando la voz de su pareja.
— ¡Te escuché, payaso! — grito el alemán, el ruso frunció nuevamente el ceño, para segundos después, simplemente suspirar para apagar la luz y por fin descansar.
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📌 En busca de MI PAZ. ©
Fanfiction❛ Tuve un sueño, en donde tenía todo lo que quería y en ese sueño, estabas tú ❜. Rusia, apesar de los años, jamás ha podido olvidar a Alemania, al igual que sus malos traumas. En busca de su paz, fue en busca de este y ser nuevamente aquellos niños...