— ¿¡Que te hace creer que soy gay!?, yo no soy gay. — Reclamo el alemán al pequeño argentino, quien se encontraba haciendo un par de rayas al papel que tenía puesto en el suelo.
— Bueno para mí son lindos o eso dicen mis hermanos. — Dijo despegando el color del papel para alzar la mirada y mirarlo. — Dicen que son tiernos y les creo, ¡porque cuando se gustan, se abrazan y se dicen muchas cosas bonitas!. —
— ¡P- Pero solo se le dicen cosas bonitas a los niños bonitos!. — Acomodo sus lentes cruzándose de brazos.
— ¿Y.. Rusia no es un niño bonito?. — Pregunto el argentino, con cierta picaria, haciendo temblar ligeramente al alemán. — Me contaste que él y vos se abrazaban y se decían cosas bonitas. —
Bueno, él lo tomaba como abrazos de amigos, mimos de amigos, nada fuera de lo común.
¿O sí?.
— Hmm.. sí, es muy lindo y sí, le decía cosas bonitas, lo abrazaba. ¡P - Pero eso no significa que me guste o que soy gay!, ¡nunca andaría con él!. —
— Nunca digas nunca, Alecito. — Dijo uno de sus maestros, poniéndose a su última para tocar su nariz con el dedo índice, provocando el rubor del alemán, que al observarlo, rió al instante para después levantarse y seguir su camino a la sala de clases.
¡Eso era imposible!, ¿cómo andaría con su mejor amigo?.
Él no es gay, solamente porque le gustaban los niños bonitos, no lo hacía gay.
¿O sí?.
— ¡Amor, ya dame mis lentes, no veo nada!. — El alemán buscaba con sus manos al ruso, como si estuvieran jugando ese juego de atrapar a los niños con los ojos vendados, quien se mantenía lejos, sentando en una orilla del sofá, riendo silenciosamente.
Éste tropezó cayendo en los brazos del ruso, soltando una buena carcajada, quien le hizo a un lado ese pequeño flequillo, para ponerle sus lentes para observarlo.
— ¡Eres un tonto!. — Bufo el alemán, dándole un golpecito suave y infantil en el mentón, para después balancearse y hacer que el ruso se cayera al sofá completamente quedando encima el alemán. Ambos rieron.
— He estado leyendo que muchas parejas homosexuales están adoptando bebés. Que miedo, niños.. . — Lo último lo susurró para él mismo, notando esto el alemán, quien hizo una mueca divertida ante esas palabras.
— Bueno amor, no puedes decir nada. En unos años, ya te imaginó queriendo bebés con la persona que más amas en este mundo. —
El alemán se encogió de hombros, negando totalmente.
— No, nunca tendría uno. —
— Nunca digas nunca, Alecito. —
El alemán tragando saliva, quedando atónito por algunos segundos, al recordar aquella vez que su profesor le dijo lo mismo. Ya maldiciendo por eso.
— Oh, demonios.. —
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📌 En busca de MI PAZ. ©
Fanfikce❛ Tuve un sueño, en donde tenía todo lo que quería y en ese sueño, estabas tú ❜. Rusia, apesar de los años, jamás ha podido olvidar a Alemania, al igual que sus malos traumas. En busca de su paz, fue en busca de este y ser nuevamente aquellos niños...