— ¡Por favor, Rusia!, ¡déjame ir! — en el pasillo que conectaba los cuartos, se encontraban los dos hermanos de sangre rusa teniendo una discusión o por así decirlo.
Le menor se encontraba siendo arrastrada por la pierna de su hermano mayor, quien caminando, trataba de quitarla.
— No, no, no, ¡NO! — hablo con fuerza, deteniéndose para mirarla con el ceño fruncido.
— ¡Ándale, te lo estoy pidiendo con un por favor! — dijo —, ¡déjame ir a esa fiesta! —
— ¡No te dejaré ir a ninguna fiesta a estas horas de la noche! —
— ¡Soy apenas las nueve! —
— ¿¡Acaso eres mi reloj o te pregunté la hora!? — pregunto, causando un gruñido por parte de la ojiverde.
¿De que están hablando?, es una larga historia, pero se la resumiré.
Bielorrusia rogaba por el permiso de Rusia, para ir a una fiesta que compañeros de su preparatoria había organizado. Pero realmente.. esto no era verdad.
Básicamente ella había creado esa mentira traviesa para salir con China a divertirse. ¿Porque?, China en dentro de unas horas cumpliría un año más, así es, sería su cumpleaños, pero Rusia no lo tomaba con importancia. No porque no le interesará eso por parte de su amigo, sino, porque el propio asiático dijo que jamás le ha gustado celebrar su cumpleaños y siempre lo ha dicho.
Pero ahora quería hacerlo, el intentar pasarla bien, solamente con esa chiquilla que le hacía sentir altas energías positivas y de vida. Planearon esto durante días, nada debería salir mal.
— ¡Por favor, por favor, por favor! — seguía con la misma terquedad esa chica, botada en el suelo boca arriba, haciendo su cabeza hacia atrás para mirar al de ushanka alejarse, aún siguiendo en negación.
— ¿Ahora que sucede? — la presencia del alemán hizo callarse por unos momentos a los dos contrarios, hasta que Rusia hablo.
— ¡Esta niña que quiere ir a una fiesta a estas horas! — dijo con esa expresión de molestia en su rostro.
— Oh vamos. No tiene nada de malo, es la moda de los jóvenes hacer fiestas de noche — respondió mientras se acercaba a la bielorrusa ayudando a levantarla con un poco de esfuerzo.
— ¿¡A mí que me importa!?, ¡ella no puede ir!, ¡la pueden asaltar, o abusar, o matar! — Alemania al escuchar eso, puso los ojos en blanco para posar una mano en el hombro del más alto.
— Entiendo bien que te preocupes, pero tienes que confiar en que no le pasará nada. Nosotros algún día tuvimos su edad — pausó.
— Tampoco estamos tan viejos como para que digas eso — dijo nuevamente el hijo de la unión soviética, causando una suave risa a su prometido.
— A lo que me refiero es que dejes salir a Bielo a divertirse porque es una jovencita que quiere vivir sus últimas etapas de adolescencia, rebeldía y cosas de pubertad, te aseguro que volverá sana y salva — finalizó.
Alemania también sabía del plan de los dos enamorados, claramente los iba a apoyar sea como sea, como en ese momento.
— Agh.. está bien, solamente porque tú me lo pides — dicho esto, recibió una sonrisa por parte del alemán —, y tu niña te quiero aquí a las doce —
— ¡Una! —
— ¡Doce y media! —
— ¡A las dos! — mostró dos dedos de su mano derecha.
— ¡No! — suspiro bajando unos momentos la cabeza para volver a subirla y mirarla —, bien.. dos y media, ¡y ni un minuto más, muchachita!, ¿¡ok!? —
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📌 En busca de MI PAZ. ©
Fanfiction❛ Tuve un sueño, en donde tenía todo lo que quería y en ese sueño, estabas tú ❜. Rusia, apesar de los años, jamás ha podido olvidar a Alemania, al igual que sus malos traumas. En busca de su paz, fue en busca de este y ser nuevamente aquellos niños...