Kimberly fue abriendo la puerta, el chico, desde una silla frente al escritorio volteó hacia el punto donde ella estaba, la mano sobre el mismo oprimía la pistola, un monitor estaba frente a él, tal vez eran tres metros de distancia de la puerta a ese lugar, la vista del chico daba hacia la puerta, así era más fácil percatarse si alguien estaba detrás o algo extraño escuchaba.Unos rayos de sol entraron cuando ella abrió más la puerta, pero el chico ni siquiera se movió, y la vista de los ojos verdes de Kimberly quedó fija sobre la persona encapuchada, y algo sintió dentro de ella, pero trató de calmarse, pensaba que nada le haría.
Dio un paso hacia dentro, de forma silenciosa, pero veía como aquél chico ni siquiera se movía, solo la veía, podía ver algunas de sus facciones, pero el rostro no se le veía completamente.
Fue cerrando la puerta tras ella, hasta que quedó completamente cerrada.
—Veo que...sí diste conmigo... —su comisura, muy, pero muy ligeramente se curveó. Kimberly, aunque no quería, sintió un poco de miedo por el bajo tono.
—S-sí...te dije que vendría...
El chico asintió la cabeza.
—¿Y qué vas a hacer ahora?
Ella no supo que contestar, sin querer, sus ojos quedaron sobre el arma que estaba en el escritorio, misma que llevaba bajo su mano.
—Tal vez, decirles.
Kimberly lo miró cuando dijo el chico aquello.
—Yo no pienso decirle a nadie. Sobre ti —trató de no hacer pausas, pero le fue imposible.
—¿Por qué? —ladeó un poco la cabeza, pero el rostro no podía verlo—. ¿Quién diría que una niña me encontraría? —soltó en sarcasmo, y voz baja.
Pero Kimberly fue acercandose.
La habitación estaba totalmente oscura, salvo por la luz de la pantalla, pero la misma era en un tono oscuro, pues lo que el chico veía eran datos sobre ciertas cosas.
Ella fue sacando algo del bolsillo de su suéter, y se detuvo frente a una especie de barra acolchada pegada a la pared que quedaba a quizás dos metros del lateral del chico.
—Te traje esto, ¿es tuyo, verdad?
El chico miró aquello que llevaba en su mano.
Pero no tenía idea de lo que era ya que Kimberly llevaba envuelto el diario en una bolsa de plástico negra.
Solo hubo silencio.
Pero no le contestó.
—Es mejor que te marches... —volteó hacia su computadora, y deslizó el mouse.
Kimberly se sintió extraña, no sabía qué rayos hacía ahí pero no pensaba en irse.
Se quedó mirando al chico.
Esperaba que algo dijera.
Pero nada salió de sus labios.
Kimberly se sentó sobre aquella barra acolchada, no antes sin haberla visto ya que no se sentaba en cualquier lugar, pues tenía ciertas fobias, pero al ver que no había nada se sentó, sin notar que el chico había inspeccionado lo que ella hacía.
Kimberly al ver lo que el chico hacía en la computadora, pudo notar que a su lado había un marco con una fotografía que le llamó la atención, era un retrato de Yoongi con sus padres.
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Usuario no encontrado -taegi/yoontae-
Fiksi PenggemarHace años hubo un extraño caso del cual no se habló mucho, y que después fue cerrado de forma extraña por un detective que fue asesinado días después, el raro caso policial tenía que ver con un extraño remitente cibernetico sin nombre, que había dej...