9☆Calidez

4.2K 333 94
                                    

Apuré lo que me quedaba de agua y tras dejar el vaso en el fregadero, regresé al cuarto de Taehyung. Abrí con cuidado, cogí la ropa que llevaba la noche anterior y salí en silencio, por suerte no se había despertado. Por ahora tendría que dejar la mía ahí, estaba en el cuarto de Jin y ni se me ocurriría meterme en el territorio de una pareja cuando estaban en la cama.

—Después de follar duerme como un tronco —escuché a Jungkook a mi espalda que llegaba con ropa limpia, tal vez del cuarto de la lavadora.

—Él y yo no... —me salieron las palabras atropelladas.

Necesitaba que supiera que no había pasado nada. No sé por qué lo hice, él se había acostado con otra, y aunque no lo hubiera hecho no había motivos para que me echara nada en cara.

—Lo sé —dijo —Eres demasiado mojigata para eso.

Lo miré con mala cara y desapareció riéndose por el pasillo. Ese era el chico que conocí, el que se metía conmigo y se iba con una sonrisa de satisfacción entre los labios.

Me cambié en un pequeño aseo que había en la planta inferior. Me acerqué a la cocina de nuevo a limpiar los dos vasos que Jungkook y yo usamos y me senté en el sofá, tenían un par de revistas de motos y videojuegos, no me dio casi tiempo a abrir una de las últimas que escuché como bajaba las escaleras.

Iba con una camiseta negra debajo de su chupa de cuero, unos vaqueros rotos y unas botas de cordones negras. Pasó los dedos por el cabello todavía húmedo y ahogue un gemido. No llevaba nada fuera de lo común, pero estaba impresionante.

—Vamos —salió por la puerta sin esperar respuesta.

Nos dirigimos a su moto.

—Podemos ir caminando.

—Se sabe donde se empieza, pero no donde se acaba —debió notar en mi rostro que no le comprendía —Puedo necesitarla luego y no quiero regresar a por ella.

Le quitó un casco a Tae, el mismo que estaba usando yo estos días, y me lo pasó. Se sentó en la moto y esperó a que yo lo hiciera tras él. Cuando me monté empecé a intentar estirar la falda porque se me veía demasiada pierna, pero era imposible, la tela no daba más de si, Jungkook se dio cuenta y se echó hacia delante para tener espacio para quitarse la cazadora, luego me la dio.

—Gracias —dije poniéndomela.

Si la ropa de Taehyung me quedaba grande, en esa me perdía. Me cubría el muslo, así aunque la falda se levantase, estaría tapada.

—No queremos provocar un accidente porque vayas enseñando la ropa interior —dijo fastidiando algo que podría haber sido un bonito gesto.

Cuando ya estaba preparada me di cuenta que no sabía dónde poner las manos.

—¿Hay algún motivo que desconozca por el que te puedas enganchar a Tae y no a mí? —me dijo —¿Acaso es que él te gusta y yo te doy asco?

Me abracé a él sin mediar palabra, no podía decirle que el motivo era casi el contrario, cuando rodeaba a Taehyung, aunque sentía un cosquilleo, no era el terremoto que sentía con él.

Se puso el casco y arrancó sin decir nada más.

Menos mal que el mismo vaivén de la moto ocultaba la reacción de mi cuerpo. Estaba temblando. Sentía que su estrecha cintura estaba hecha para mis brazos, que su fuerte espalda estaba para que yo reposara en ella, que su calor estaba para confortarme y que su olor era el perfume de mis sueños.

El tiempo pasó demasiado rápido, ojalá esos minutos se hubiesen vuelto eternos.

Entramos con cuidado, aunque la residencia fuese mixta no se permitían las visitas en las habitaciones sin una autorización, y menos a esas horas intempestivas. Por suerte no encontramos a nadie. Ya no es que trajera a alguien a mi habitación, es que encima era un chico, y no cualquier chico, era Jeon Jungkook, su reputación era absurdamente mala.

Delirio [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora