14☆Locura

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Los días que siguieron fueron similares entre si, comenzó una nueva rutina, extraña para la anterior Amanda, pero agradable para la actual. Por todo, salvo por un simple detalle, Jungkook.

El moreno seguía asistiendo a todas las clases, y siempre se colocaba en la última fila. Su presencia me seguía perturbando, pero al menos ahora ya me podía concentrar en la materia.

Al terminar la jornada comía con Taehyung, sea porque me estaba esperando, o porque quedábamos a través de mensajes. Después me iba a estudiar o realizar algún trabajo a mi habitación. Algún que otro día también había quedado con Maya sin ningún otro motivo mas que pasar el rato.

Mi vida podía ser perfecta ahora, pero no lo sentía así.

—Hace un tiempo estupendo para quedarse a estudiar aquí —dijo esa profunda voz.

Era un jueves con el cielo despejado. La sombra de un gran árbol nos protegía de los rayos solares. La verdad es que se estaba muy bien, sentados tranquilos en el césped después de comer.

—Creo que tienes razón.

Saqué mi portátil y abrí la asignatura en la que estaba trabajando. No pasó mucho tiempo que Tae apoyó su cabeza en mi regazo mientras seguía leyendo el libro que tenía entre las manos.

—Ahora sé por qué querías que me quedara.

—No me negarás que se está de lujo —me dijo con una sonrisa alegre.

No respondí porque tenía razón. Sin darme cuenta comencé a jugar con su cabello, las hebras castañas se deslizaban entre mis dedos. Era somo acariciar un gatito, solo faltaban los ronroneos.

—Y dime, pequeña ¿cuándo tendremos una segunda cita?

—No fue una cita —dije divertida.

—A mí me lo pareció.

Se levantó para quedar sentado frente a mí.

—¿Por qué tanto rechazo?, ¿tengo algo horrible y no lo sé?

—Claro que no, no digas tonterías.

Cómo podía pensar eso, era absurdo, su belleza era irreal, era amable, carismático, divertido, era el chico perfecto.

—¿Entonces por qué no me dejas tenerte?

Porque mi corazón pertenece a otro, un ser malvado que no se lo merece. Era la verdad, pero no le podía responder con eso.

—Ahora no puedo tener una relación.

Suspiró.

—Dame una oportunidad, déjame intentarlo —esos ojos me traspasaban, el gatito se había convertido en un tigre —Este fin de semana.

—¿Qué has pensado? —empezaba a dudar.

—Mi familia tiene una casa en la playa, a un par de horas de aquí, vayamos juntos.

—¿Ahora? —dije asustada y se rio, la dureza de su mirada se suavizó.

—Yo encantado, pero podemos dejarlo para mañana, después de clase, podemos regresar el domingo.

Mi mente estaba segura, pero mi corazón vacilaba.

—Déjame pensarlo.

—Prepararé todo, porque sé que dirás que sí.

Su amplia sonrisa me contagió.

—Pero...

Me cortó la frase con un rápido beso.

—Hasta mañana —dijo con un susurro grave que me provocó escalofríos.

A pesar de lo que le había dicho al llegar a mi habitación, y aunque aún estaba indecisa, hice una pequeña maleta, solo por si acaso.

Delirio [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora