23☆Amor

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Amy.

Mi mente me jugaba una mala pasada, aún me parecía escuchar el mismo sonido con el que me dormí, mi nombre en la voz de Jungkook.

—Amy, tienes que despertar.

Una mano acariciaba mi espalda, si era un sueño era demasiado vívido.

Intenté abrir los ojos, pero un intenso dolor me lo impedía. Me quejé.

—No —mi boca estaba seca y pastosa, me costaba hablar —Un poco más.

Creó que escuché su risa.

—Tenemos un examen, tienes que levantarte.

—El examen —abrí los ojos del susto.

El dolor me golpeó las sienes. Mi mente empezó a bullir, estaba con una clara resaca y parte de mi carrera se decidía hoy. Anoche fui una inconsciente.

Anoche... o dios, todo lo que le dije ayer a Jungkook. Ya no era mi cabeza por lo que quería morir, la vergüenza era peor. Me tapé con la sábana.

—Bebe esto —dijo tras destaparme de un tirón. Ante mí tenía un vaso de agua y un par de pastillas.

Tenía que enfocarme, lo importante no era mi salud o mi orgullo, en estos momentos lo que importaba eran mis notas. O eso intentaba hacerme creer, no quería recordar como me había comportado hace unas horas.

Me incorporé y cogí todo intentando no mirarle a los ojos.

—¿Qué hora es? —mi voz estaba rasposa.

—Las siete.

—¡Pero si aún faltan dos horas! —casi se me cayó el agua del susto.

Dejé el vaso acabado en la mesilla y me acurruqué en la cama, solo quería cerrar los ojos y descansar.

—Oh, no, no —unos fuertes brazos me levantaron y me sacaron en volandas —Tenemos el tiempo justo para que te despejes y seas una persona funcional para cuando empiece.

Me sentía una muñeca de trapo en sus brazos.

—Quiero dormir —sabía que estaba haciendo un puchero, nunca los hacía, pero como él sugería, en esos momentos no estaba en mis cabales.

Me metió al baño y encendió la ducha nada más dejarme en el suelo. Me apoyé en la pared, me encontraba bastante mal, las piernas me pesaban, me mareaba, y tenía nauseas. Estaba hecha un asco y él lo estaba presenciando, un punto más para esconderme entre las sábanas y dejarme engullir por la ignorancia que ofrece el sueño.

Me deslicé hasta el suelo, anhelaba la cómoda cama. Cerré los ojos, la somnolencia casi podía conmigo otra vez.

—Voy a tener que ayudarte, no sea que te caigas, te abras la cabeza, y me pierda yo el examen por tu culpa.

No sé por qué, pero eso me hizo reír. Sus manos me sujetaron de los brazos y me levantó. Empezó a quitarme el pijama, pero le detuve.

—Estoy resacosa, no inválida —abrí los ojos justo para ver esa hermosa sonrisa.

No recordaba haberme cambiado, ni me acordaba haber subido a la habitación, lo último que venía a mi cabeza es el frío de la encimera después de... Mejor no pensaba en eso ahora.

Cuando me di cuenta Jungkook estaba entrando en la ducha y alargaba el brazo para que me acercara. ¿Cuándo se había desnudado? Tenía que empezar a despejarme o no sabría ni escribir mi nombre correctamente.

El agua estaba aún un poco fría, pero en lugar de importarme me gustaba, lo necesitaba. Las gotas limpiaban la somnolencia, ayudaban con el dolor, (o eran las pastillas haciendo efecto), y me despertaban poco a poco.

Delirio [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora