Confusión entre el amor y el respeto.

Capítulo 19. ~Adiós~

...

Decir que aquel destello los había tomado por sorpresa, era mentira. Después de haber deducido que el soldado misterioso, responsable de la muerte de Gunther, era el titán hembra, esperaban su transformación.

Y fue muy difícil lograr mantener la cabeza fría. Habían asesinado a su compañero más joven frente a sus ojos, y no había vuelta atrás, eso ya no podía solucionarse. Pero debían cumplir con su misión protegiendo a Eren, la muerte de Gunther no podía ser en vano.

Después de escasos segundos de haber presenciado el destello, apareció, nuevamente la gigantesca silueta del titan hembra, dirigiéndose hacia ellos a toda velocidad.

—¡Vete de aquí Eren! -gritó Erd preparándose para pelear.

—¡No puedo hacerlo! -dijo Eren alarmado mientras sujetaba su muñeca acercando su mano a su boca.

—¡No hay tiempo! -gritó Petra desesperada- ¡Tienes que irte ya, confía en nosotros!

—Nos haremos cargo -dijo Auruo.

Eren los miró con duda en sus ojos, no quería dejarlo, sentía que no debía. Pero reindicó la dirección de su equipo de maniobras tridimensionales, y comenzó a alejarse mientras Erd, Auruo y Petra le hacían frente al Titán que ya los había alcanzado...

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Levi sintió y escuchó la explosión generada por la transformación del Titán que buscaban. Se sintió profundamente aterrado, debió haber ido con ellos.

No le gustaba la situación, no le gustaba para nada. No sabía que estaba ocurriendo con su escuadrón y no podía moverse de su posición. Y aunque confiaba en sus muchachos, no quería perderlos, no quería perderla a ella...

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Con movimientos sumamente hábiles por parte de cada integrante, lograron en conjunto esquivar los ataques del Titán e inmovilizarla teniendo como principal objetivo sus ojos, dejándola incapaz de ver.

Eren seguía adelante mirando ligeramente hacia atrás mientras veía el trabajo de sus compañeros, y se sintió más tranquilo, él sabía que eran muy capaces, no eran soldados cualquiera, su escuadrón era el mejor de su área liderado por el mejor soldado después de todo.

El Titán cayó tendido sobre un árbol y Erd se enfocó en su nuca, listo para atacarla.

Cometieron el grave error de confiarse, de bajar la guardia.

—¡Erd! -gritó Petra al ver que Erd estaba por atacarla- ¡Espera, se está moviendo, ten cuidad-

Erd no tuvo tiempo de reaccionar por qué el Titán acababa de atraparlo con su boca. Lo atacó de una mordida provocando que éste cayera irremediablemente contra el suelo, muriendo de manera instantánea. Eren lo notó, y detuvo su equipo recordando las palabras de Levi, no... No podía dejar morir a nadie más. Y se dispuso a regresar.

Petra observó horrorizada a su compañero desplomarse y morir sobre el piso. Lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos, no podía detenerlas. ¿Era real lo qué acababa de pasar?, ¿Realmente habían muerto sus compañeros y amigos más queridos?, ¿Ese Titán era letal hasta el punto de asesinarlos con tanta facilidad? No podía creerlo. Y lamentablemente ya no pudo seguir manteniendo la cabeza fría, la tristeza la consumió por completo y los recuerdos de sus compañeros la golpearon abruptamente dejándola vulnerable e incapaz de reaccionar adecuadamente. Escuchaba que gritaban su nombre pero no podía moverse. Solo veía a su compañero muerto sobre el suelo y al Titán tendido sobre el árbol. Comenzaba a aceptar su muerte, sabía que debía reaccionar, el Titán se estaba regenerado. Seguía sin la capacidad de articular una palabra ni mover un musculo. Pero entonces lo recordó a él, y su promesa...