Capítulo 20. Noticia Y Compromiso

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Año 850

Tocaron la puerta un par de veces y esperaron durante unos segundos antes que esa misma puerta se abriera.

—¡Petra! -exclamó el señor Ral emocionado acercándose rápido para darle un fuerte abrazo.

—Papá... -dijo sonriendo correspondiendo su abrazo.

—Muy buenas noches, señor -saludó Levi.

—Ya los esperaba, me alegra que hayan podido venir hoy-rompió el abrazo para dirigirse nuevamente a ellos con una sonrisa- Te ves mucho mejor, hija. Te recuperaste rápido.

Petra asintió incomoda e intentando disimular su tristeza.

—Ninguna herida fue mortal, afortunadamente -respondió.

Levi la miró de reojo con seriedad. Al final terminaron entrando, esa noche en particular estaba lloviendo y se encontraban ligeramente mojados.

—Pero estás ya aquí, después de todo tenía mucho tiempo que no veía a mi pequeña.

Petra le sonrió y asintió.

—Y después de haber recibido tu carta quedé muy nervioso. Ya anhelaba poder verte para discutirlo.

—Créeme, papá, a mí también. Lamentablemente no había sido posible, se complicaron muchas cosas en la legión.

—Me lo imagino, me asusté mucho cuando te vi llegar de esa excursión hace dos días.

Petra volvió a sentir peso en su pecho al recordarlo...

Flash back

Estaban llegando los soldados sobrevivientes a la misión, y como de costumbre los familiares se acercaban a buscar a su ser querido. Hubo mucho llanto y lamentos. Gente profundamente herida al enterarse de la muerte de sus parientes.

—Ca-capitán Levi -lo llamaban.

Levi volteó aún con la mirada perdida tratando de ubicarse, pero aún así no respondió.

—Soy el padre de la señorita Ral, es un honor poder hablar con usted. Me gustaría saber donde se encuentra mi hija, recibí su carta hace ya un tiempo y me encantaría poder discutirlo mas formalmente con los dos. Hay un par de cosas en las yo no-

—¡Papá! -gritó Petra al verlo desde la carreta en la que seguía.

El señor Ral al escuchar la voz de su hija giró para ver de donde venía hasta verla finalmente. Se sorprendió de mala manera, se veía muy mal herida. Se acercó rápidamente a ella, sin embargo la carreta seguía avanzando.

—¡Hija! -dijo angustiado- ¿qué fue lo que te pasó?

Petra lo miró con una sonrisa y lágrimas en sus ojos. La hacía profundamente feliz poder volver a verlo. Tomó su mano ya que no podía moverse aún del todo bien y estaban en movimiento.

—Papá... No hay tiempo ahora, pero prometo que iré a verte... -se detuvo meditándolo y recordando que ya se lo había dicho en una carta- iremos, más bien. Pero por el momento no podemos hablar.

Confusión entre el amor y el respeto. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora