Capítulo 12. Sospechas y decisiones.

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Año 847–1hr antes de la Misión

La mañana pasó con rapidez. Los participantes de la misión que se aproximaban aún intentaban asimilar lo que vendría: una posible misión fallida y trágica causante de las heridas graves o posibles muertes de una cantidad considerable de soldados...

A pesar de esto; a pesar de los miedos y suposiciones, hacia allá se dirigían. Cada caballo siendo montado por su respectivo jinete, cada equipo siendo usado por su respectivo dueño.

Sin dudas, sin alternativas, simplemente cumpliendo con su deber. Ejecutando una vez más una batalla que quizás para algunos fuera en vano, pero para otros era un progreso enorme después de tantas pérdidas y fracasos.

Pelear... soldados llenos de energía y determinación para llevar a cabo una misión importante y peligrosa. Sin importar qué, nunca dejar de pelear, después de todo una batalla no se pierde hasta que se decide dejar de pelear.

Y un capitán, con miedo, miedo de fallarles a sus subordinados; miedo de no ser capaz de proteger a lo que se había convertido en su ser más preciado e importante...miedo a quedarse solo nuevamente.

—¡Aceleren El Paso! -indicó Levi una vez que las murallas se hacían visibles.

—¡Sí, capitán! -respondieron a la vez sus acompañantes.

*

Media hora después se encontraban justo en el exterior de la muralla que debía ser atendida. Shingashina, la muralla gravemente afectada por el ataque de dos misteriosos titanes causantes de disturbios y caos en los últimos años...

Después de un par de indicaciones, todos los integrantes del escuadrón se ocupaban de mantener a sus caballos sujetos fuera de las murallas. Levi había decidido dejarlos fuera para adentrarse desde arriba sin correr ningún riesgo de toparse con algún titán desde abajo mientras montaban a sus caballos.

A escasos minutos de iniciar la misión y con todos listos para comenzar a ascender por los muros, Levi decidió hablar, aún sentía esa molesta sensación de miedo al fracaso, miedo a ser testigo de lesiones en sus subordinados.

—Bien, estamos a escasos diez minutos de que la misión empiece y sólo tengo una orden -dijo Levi con un tono serio- independientemente de las indicaciones que reciban allá arriba, vengan de quién vengan, son mi escuadrón, y van a obedecer lo que estoy por decirles -dijo dirigiéndose a todos- No se atrevan a descuidarse. Quiero que estén atentos en todo momento. Quiero que al terminar todos salgan en una pieza y completamente ilesos, ¿entendieron? -terminó cuestionándolos.

—¡Sí, capitán! -respondieron al unísono con determinación.

—En ese caso, pueden comenzar a subir.

Uno a uno, con ayuda de su equipo tridimensional comenzaron a subir las murallas con rapidez, pero Levi permaneció en el suelo, y Petra a su lado. Cuando sus compañeros se encontraban a una distancia lo suficientemente lejana y prudente como para decir lo que necesitaba a su subordinada la tomó por la cintura y la acercó a él a la vez que su compañera adquiría un tono rojizo en sus mejillas.

—Petra... -susurró Levi con voz suave a la vez que unía su frente a la de ella sin soltar su cintura.

Una sensación de nerviosismo la invadió, una sensación que satisfactoriamente la hizo desechar ese miedo de la misión en la que estaban. Su sonrojo era más que evidente, pero sus nervios no la retuvieron para colocar sus inquietas manos en el pecho de su acompañante.

Confusión entre el amor y el respeto. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora