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No cabe duda de que la Mariela que ahora sale del auditorio, es totalmente distinta a la que entró.

Hoy, se siente una mujer tan plena y amada que su felicidad se vuelve completa, estando a punto de realizar el más anhelado de sus sueños: formar su propia familia.

Sin soltarla de la mano, Santi conduce su auto hasta el hotel donde pasarán y festejarán el resto de la noche.

En cuestión de segundos son atendidos por la amable recepcionista, quien les entrega sus llaves y les desea una estancia placentera en el lugar.

Solos en la habitación, el doctor auxilia a su prometida a ponerse cómoda y posteriormente destapa la botella de champagne que está junto a la cama.

Un poco tembloroso por los nervios y la emoción, sirve dos copas de esa deliciosa y exclusiva bebida.

A media luz y estando sus cuerpos demasiado cerca, hacen un brindis por su compromiso y todas esas cosas maravillosas que les esperan a partir de ese momento.

Maya no deja ni un segundo de llorar de la emoción y alegría que representa para ella ser la futura esposa del hombre que tanto ama.

Él la entiende perfectamente e incluso, se encuentran tan feliz que también rompe en llanto.

Luego de un par de copas más, los enamorados pasan a algo que les encanta y complace a los dos.

Mirándose a los ojos, comienzan a despojarse de las prendas que llevan puestas esa noche.

Un elegante traje negro, corbata y camisa celeste caen al suelo lentamente, seguidos por un vestido rojo y lencería del mismo color.

Con cuidado, el médico recuesta a su mujer en el centro de la cama, contempla su desnudez, la toca muy despacio, la besa y siente el aroma de su piel.

Delicadas caricias, susurros al oído y prolongados besos son los que llenan de intensidad ese instante de pasión, deseo y sexo.

Una y otra vez esa joven pareja hace el amor en la intimidad de su habitación, mientras la luna los ilumina y comparte con ellos el mejor festejo que pudieron haber tenido.

Miradas seductoras y juegos muy atrevidos se añaden a este acto, el cual se prolonga hasta casi las cuatro de la madrugada.

Entre bromas y carcajadas estos novios comienzan a imaginar y planear cómo será el día en que unan sus vidas ante Dios y el resto del mundo.

Lugar, fecha, invitados y demás son algunos de los temas que hablan en esta conversación.

-Futura señora Carmona, tiene tres meses para organizar nuestra boda -anuncia Santi, besándola y mordiéndole los labios.
-¿Qué? Tres meses es muy poco, mínimo necesito seis -replica ella enseguida.
-¡Estás loca! Seis meses es demasiado, y yo me muero porque seas mi esposa -exclama él, al abrazarla.
-Amor, yo también deseo con el alma ser tu esposa, ¡pero entiéndeme! Quiero una boda de princesa, ¡y en tres meses no organizo ni la misa! -argumenta Mayita, y él se ríe.
-¡Maya, no seas exagerada! La presentación de tu libro la organizaste en quince días -menciona él, acariciándole las piernas.
-Santiago, no manches. No compares mi libro con el día más importante de mi vida -señala la escritora.
-Bueno, podemos contratar a expertos que te ayuden y así será más rápido -propone Santi con un beso.
-¡No, mi vida! Es mi boda y seremos tú o yo los únicos que decidan desde la iglesia, hasta las flores de las mesas -advierte Maya seriamente.
-De acuerdo, pero podemos hacer todo eso en tres meses -insiste el doctor.
-No, Santo, y ya no insistas porque no me vas a convencer -responde tajantemente ella, recorriéndole la pelvis con la yema de los dedos.
-No seas así, Mariela -le dice él, y le besa el cuello.
-Mira, ni tú ni yo... ¡en cinco meses! -sugiere de pronto Maya.
-¡Va! En mayo del próximo año nos casamos -acepta él.
-Claro... el último sábado de mayo nos casamos -exclama con audacia ella.
-¡Óyeme, no! Esa es trampa, porque el último sábado se acerca a los seis meses. ¡No lo acepto! -replica de inmediato Santi, y se burla su mujer.
-Me encanta hacerte enojar -dice Maya, besando y acariciando su abdomen.
-Y a mí me encanta hacerte el amor -confiesa Santiago pícaramente.
-Y ¿qué esperas para hacérmelo otra vez? -agrega Maya con una sonrisa traviesa, al besarlo y subir en él.

"El pedacito de cielo de un Ángel"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora