"El pedacito de cielo de un Ángel"

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Un cálido ambiente es el que se percibe en el hogar de los López Valencia, aunado a una música tenue, ricas copas de vino y un suculento postre.

Son minutos antes de las doce que Issabella reparte a todos las uvas que deben comer en representación de cada mes del año y de cada sueño que anhelan alcanzar en el 2017.

Es aquí también, cuando Ricardo apaga la música y enciende el televisor para ver la transmisión especial del momento justo en que acaba el año.

Faltan tan sólo unos minutos para que concluya un ciclo que sin duda marcó la vida de Mariela y sus seres más cercanos.

De prisa, todos se acomodan en la sala con sus respectivas uvas y copas de vino blanco.

60 segundos separan a la humanidad de un año nuevo.

Algunos aprovechan esos instantes para tomar su celular y mandar mensajes de WhatsApp, otros miran atentos la televisión, mientras otros más esperan pacientes que el reloj curse su camino.

-12, 11, 10, 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1... ¡Feliz año nuevo! -grita a una sola voz la familia López Valencia, con la emoción a flor de piel.

-¡Feliz año nuevo, mi amor! Deseo que los próximos doce meses estén llenos de éxito para ti. Que todos tus sueños se vuelvan una realidad. Que Dios continúe bendiciéndote para seguir siendo el mejor hombre del mundo. El mejor médico, padre, amigo, esposo... y ¡amante! ¡Te amo con todo mi ser, Santiago! Gracias por darle sentido a mis días -expresa con lágrimas Maya, al besar y abrazar a su marido.
-Dios ya me ha bendecido dándome una mujer extraordinaria y un par de hermosos hijos... Yo también te deseo toda la dicha del mundo, mi cielo. Deseo que sigas teniendo esa fuerza invencible para luchar día con día. Que no dejes de brillar y ser un ejemplo de vida para todos los que te rodeamos. Te amo, Mariela, y soy yo quien agradece que seas parte de mi vida -responde Santiago, con otro largo y apasionado beso.

Los besos, abrazos y el llanto entre esa joven pareja y el resto de la familia se prolongan durante los primeros minutos del 2017.

La fiesta no se acaba aún. A pesar de su malestar, Maya parece estar pasando una linda velada rodeada de las personas más importantes de su vida.

Es a las dos de la mañana que la señora López alimenta a su hijo una vez más, para luego expresar que ya está muy agotada y pedir a su esposo que la lleve a acostar.

Los primeros días de enero son muy tranquilos para la escritora.

Felizmente disfruta de Santo y los niños, a pesar de que la temperatura en la ciudad es bastante baja y le ha provocado intensos dolores de espalda.

Marijó cuida a su hermanito y juega con él todo el tiempo posible.

Tina y Sol se reparten en partes iguales los quehaceres del hogar, mientras el doctor ayuda a su pareja a redactar notas y avanzar con el nuevo libro.

Raúl se encuentra muy contento y satisfecho con la obra de Mariela, y la motiva a terminarla cuanto antes.

El día de reyes llega y con él, concluyen para muchos las vacaciones decembrinas.

La princesa Marijó descubre con alegría los regalos que los reyes magos dejaron para ella y Marco Emmanuel, y de inmediato se dispone a estrenarlos y jugar con ellos.

Por la tarde, la familia se vuelve a reunir para partir la tradicional rosca y pasar juntos sus últimas horas libres.

Cabe decir que Cecy, Jorge, Paloma, Carlos, Marco Antonio y Palomita están de vuelta en la ciudad, al igual que Issabella vuela de regreso a Guadalajara.