Y que importa la edad? Dievica Hot

capitulo 1

Narra Diego

Me llamo Diego Dominguez, tengo 23 años, soy dueño y director de mi propia escuela de artes, y bueno me he mudado desde España al centro de Argentina debido a mi trabajo.

Estaba terminando de desempaquetar mis cosas cuando alguien toca el timbre de mi nueva casa

-Hola-salude con una sonrisa a la señora al otro lado de la puerta

-Hola, soy tu vecina de al lado, me preguntaba si necesitas ayuda en algo-dijo sonriendo-me llamo Lodovica Comello

-Mucho gusto, Diego Dominguez , no se preocupe he terminado de desempacar-dije

-Bueno, cualquier cosa que necesites no dudes en tocar el timbre de al lado-sonrió

-Está bien-sonreí- Gracias

Fui directo al reproductor, comenzó a sonar "Let me love you", me gusta esa canción, empecé a cantar mientras terminaba de ordenar

*Narra Lodovica*

-Despierta Lodo!!!-me levante sobresaltada mirando al causante de mi brusco despertar

-¡James! Eres estú *pido o que, ¡es sábado!-mire el reloj- ¡Y son las 9 de la mañana!-grite, tome una almohada y se la avente en el rostro

-Vamos Lodo, despierta recuerda que pasaremos el día juntos-dijo como niño pequeño mientras memovía

-Agh, la verdad no sé cómo te soporto-dije levantándome

-Es porque me amas-me guiño un ojo

-Si claro-dije entrando al baño, tome una ducha y me vestí, tome mi cabello mojado en una coleta y salí, James estaba sobre mi cama con los ojos cerrados

-¡GERONIMO!-grite y me lancé encima de el

-Ahhhh! Sal de encima mujer-me empujo y caí al suelo

-Me las pagarás gusano-James me miro asustado y salió corriendo escaleras abajo, lo perseguí por toda la casa mientras se burlaba de mí

-Jamás me alcanz...-me lancé sobre su espalda haciéndonos caer, le di pequeños puñe*tazos en su estómago

-Para cariño-dijo mi madre saliendo de la cocina

-Él se lo busco-dije

-Mentirosa-dijo James, le di un pu*ñetazo

-Los que pelean se aman-dijo mi madre, James se puso rojo, rodé los ojos- Iré a saludar al nuevo vecino, James cariño puedes ayudarme a correr unas cosas del garaje

-Claro señora- James se fue con mi madre, fui a buscar un libro y salí al patio a leer, me recosté en la hierba, estaba tan sumida en mi lectura, pero una hermosa y sexy voz me saco de mi trance

"You should let me love you

let me be the one to give you everything you want and need

baby good love and protection

make me your selection"

Me acerqué más hacia la baya que separa mi casa de la otra para poder escuchar mejor, la voz de aquel hombre era hermosa, mi piel se puso de gallina, estaba tan. ....

-Lodo!-me giré rápidamente asustada-¿Qué estás haciendo hija?

-Na..nada mamá, es que emm se me cayó algo-sonreí

-James se tiene que ir-dijo y entró a la casa, recogí mi libro y entré, James tenía a mi pequeña hermana Jess en sus brazos

-Hermana James se va-dijo la pequeña, yo lo miré

-Mamá me llamo-hizo una mueca-mañana no podré venir así que nos vemos el lunes en clases-dijo, beso mi mejilla

-Está bien, avísame cuando llegues a casa-dije

-Si mamá-dijo burlón

James se despidió de nosotras y se fue, mamá fue a la cocina a terminar la comida y yo me quede con mi hermana mientras ella veía caricaturas

-Lodo quiero comer helado-dijo la pequeña

-Per...

-Por favor-dijo haciendo un puchero

-Está bien-dije y la pequeña sonrió, le avisé a mi madre que iría con Jess por un helado, mi pequeña hermana fue por el camino contándome como le había ido en la escuela esta semana. Veníamos de vuelta a casa cuando Jess se detuvo en seco

-Hermana mira-dijo entusiasmada, me gire, era una nueva escuela de artes, a Jess y a mí nos encantaba hacer artes, Jess era más de las manualidades a pesar de tener 5 años era una genia, yo por mi parte era más de las pinturas, es lo que más me apasiona- podemos venir, porfiiiiiisssss-hizo un puchero

-No hace falta tu cara de gato con botas Jess, le diré a mamá-dije y Jess comenzó a saltar. A Jess se le había ocurrido jugar con agua en el patio así que me puse un traje de baño y una polera blanca encima, nos estábamos mojando cuando volví a escuchar esa hermosa voz, aproveche de que Jess fue a rellenar las bombitas, puse un pequeño banquito y me subí para ver de quien era esa voz, pero no encontré nada, ni siquiera a los nuevos vecinos pero...

-Hola-resbale del banquito y caí hacia el otro lado presa del susto- ¿Estas bien?-intente no mirar a la persona ya que estaba roja de vergüenza, me intente parar pero los nervios me traicionaron y volví a caer, sentí una mano sobre la mía, la tomé y miré a la persona que me había ayudado, era un dios griego, moreno, ojos intensamente verdes, labios carnosos, pelo castaño azabache y rostro perfectamente cincelado, me quede embobada

-Y..yo emmm lo siento no querí..-él sonrió, ¡Dios! Hasta su sonrisa era perfecta

-No te preocupes,Diego Dominguez-sonrió

-S..Soy Lodovica Comello, somos vecinos-dije nerviosa y embobada

-Ya lo creo-sonrió

-Yo emm lo siento, debería irme-dije sonrojada

-Ven te llevaré-dijo y camino por el costado de su casa, yo lo seguí desde atrás-Bueno, ha sido un gusto conocerte-sonrió

-Lo mismo digo-dije sin dejar de mirar su hermosa sonrisa- Hasta luego

-Hasta luego preciosa-se inclinó y beso mi mejilla