Capítulo IV (Cumpleaños)

23K 1.7K 568
                                    

P.O.V. Alma:

Desperté una mañana de tormenta, los truenos me asustaron e hicieron que pegue un salto en mi cama. Nada mal para celebrar mi cumpleaños...

Sí, mi cumpleaños número trece. Pasaron años desde que me mudé al castillo del señor Juliann, todo sigue igual, excepto que la familia Valt ahora está en conflicto con los cazadores, según me contó Joaquín. 

Empecé a tocar el violín como un hobbie y a recibir educación por parte de un tutor que contrató el señor Juliann, me enseñaba lo básico y también acerca de los vampiros. 

¡No podía creer todo lo que aprendí! Jamás pensé que la inmortalidad era de esta manera. 

Los vampiros nunca dormían profundamente, sino que a veces hacían algo similar a un "descanso", aunque la sangre lo era todo para su correcto funcionamiento y energía. 

También sus corazones latían, algo casi inaudible para el oído humano, y ese latir mantenía cada parte de su cuerpo realizando sus tareas. Es por esto que, la temperatura corporal era tan baja. 

Los ojos son tan sensibles que, la luz los molestaba demasiado e incluso podría entorpecerlos, definitivamente muchas diferencias con los humanos. 

El estómago podía recibir comida, pero jamás se tenía que dejar la sangre, ya que es lo único que nutre realmente.

Y por último, sus colmillos, más filosos que una aguja, que se esconden y en el momento de morder, aparecen de repente. 

No quisiera saber cómo se sienten... 

El nombre de mi tutor era Lukas, me contaba que venía desde Alemania y que admiraba mucho a el señor Juliann, me parecía bastante joven para dar clases ya que aparentaba tener 19 años, pero tenía más de dos siglos.  Era hermoso, como todos aquí.

A veces algunas sirvientas venían al salón donde tenía sus clases y se ponían a limpiar algunas cosas solo para verlo o coquetear. Él solo reía y seguía hablando, sus ojos azules eran los que más destacaban al igual que su sonrisa con sus colmillos. 

Debo admitir que sí, era apuesto y elegante, pero... Nunca me llamó la atención. Anastasia siempre me dice que estoy en la edad de experimentar y que en cualquier momento tendré un noviecito.

Yo solo reía por sus comentarios, al igual que Joaquín siempre bromeaba conmigo acerca de una vez cuando vino el hijo de uno de los nobles a pedirme matrimonio a los doce años. 

Sí... digamos que la mentalidad de algunos es bastante retorcida...

/Flashback/

Mamá, la quiero a ella el niño de quince años me señalaba huele bien y es linda.

¡Pero apenas la niña tiene doce años! la mamá respondió algo nerviosa. El señor Juliann la miraba con furia, al igual que al niño.

—¡Bah! Mamá, somos de la nobleza, algo de poder tenemos ¿Verdad? quiero a la chica —cruzó sus brazos molesto

¿Poder? El señor Juliann agarró al niño de la camisa y lo levantó. eres tan irritante, ¿Te dijeron que tienes voz de idiota? Me molestas.

Joaquín y yo aguantábamos la risa, la madre trataba de calmar al señor Juliann para que suelte a su hijo. 

Oh señor, suéltelo él no hizo nada... la mamá siguió intentando calmarlo.

El niño se removía haciendo que el agarre del señor Juliann sea más fuerte. 

Señor Juliann, creo que ya está... Traté de tranquilizarlo aun aguantando la risa. No pensé que reaccionaría así.

Mi vampiro favorito (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora