Capítulo XXX (Hágame suya)

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Instagram: Historias_mla

Acá van a poder ver más acerca de esta novela y otras que planeo comenzar o ya tengo escritas. También van a poder saber algunas curiosidades de Mi vampiro favorito.

P.O.V. Alma:

Lo miré sorprendida, ¿A qué se refería?

Por mi rostro confundido, él bajó sus manos hasta mi trasero, para luego llegar hasta mi intimidad dándome a entender lo que quería. Mordí mis labios y bajé mi mirada algo nerviosa.

―Señor Juliann... ―hice una pausa ―yo quiero, pero...¿Y si pasa algo?

―Alma. ―soltó una leve risa ―Te prometo que nada va a pasar, ¿Está bien? Si te hace sentir más segura, Edwin puede darte una solución a tu preocupación, hay muchos métodos anticonceptivos para ti y para mí.

Jamás me había preocupado por los métodos anticonceptivos, ya que nunca pensé en que este momento llegaría. 

"No seas tonta, eso no te lo crees ni tú"

Sabía que deseaba estar con él desde que tengo memoria, ese cariño siempre estuvo ahí. Sus ojos me miraban atentos esperando una respuesta.

―Sí quiero. ―sonreí asintiendo. ¿Para qué mentir? Era algo que realmente deseaba... y necesitaba. 

―Está bien. ―me acarició ―duerme, tengo muchas cosas que hacer contigo mañana...

―Quédese conmigo. ―lo abracé fuertemente y escuché un suspiro ―no lo soltaré aunque diga que no.

Él me envolvió con sus brazos, al parecer su respuesta era un "Sí". Me acurruqué y cerré mis ojos, pasaron los minutos hasta quedarme dormida.

 Me acurruqué y cerré mis ojos, pasaron los minutos hasta quedarme dormida

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―Alma, despierta... ―escuché su voz susurrar y sus manos quitando mis cabellos de mi rostro ―hay muchas cosas por hacer. 

Me acurruqué más en las sábanas y negué adormecida.

―Ah... otra vez el mismo proceso. ―suspiró molesto ―¿Por qué a los humanos les cuesta tanto levantarse?

Hice silencio, otra vez me estaba durmiendo.

―¡No! no te duermas ―se quejó ―hoy debes entrenar y tienes clase con Lukas, aún después de que le digas de que sus clases son aburridas.

―Es la verdad... ―susurré casi inaudible y bostecé.

―¿Qué haré contigo? ―Suspiró y me soltó. Traté de agarrarlo antes de que se levante de la cama, pero ya era tarde. Caminó por la habitación y encendió las luces.

―¡No sea malo! ―grité molesta y me metí bajo las sábanas ―¿Cómo va a despertarme así?

―¿Qué? ¿Tan malo es hacer esto? ―tiró de las sábanas quitándolas. Lo miré aun más molesta y él sonrió pícaro. ¿Qué sucede?

Mi vampiro favorito (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora