Mi vampiro favorito (EN EDICIÓN)

Capítulo XXVIII (Sangre dulce)

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Acá van a poder ver más acerca de esta novela y otras que planeo comenzar o ya tengo escritas. También van a poder saber algunas curiosidades de Mi vampiro favorito.

P.O.V. Alma:

Estábamos caminando por el bosque, cada tanto parábamos de caminar para que descanse. ¿Cómo llegamos hasta aquí? Después de bajar de la carroza hicimos un tramo en automóvil, pero el camino terminó y nos tocó continuar a pie. 

El bosque parecía interminable, la luz del Sol iba penetrando los árboles poco a poco mientras caminábamos cada vez más adentro. A veces algunos animales se cruzaban y sonreía al verlos, aunque estos salían corriendo apenas me acercaba.

―¿No podríamos correr? ―Andrei rodó los ojos ―no llegaremos más.

―Alma es humana y no puede, idiota. ―Cristal suspiró.

―Pero quizá Anya sí pueda. ―Andrei me miró esperando una respuesta.

Hice una mueca algo dudosa. 

―No lo sé, no quiero que te vayas a cualquier lado. ―el señor Juliann negó ―prefiero caminar con seguridad.

―Déjala intentar ―insistió Andrei ―ya estoy algo impaciente.

―Alma, no tienes experiencia corriendo en un bosque. ―el señor Juliann me miró pensando ―puedes lastimarte.

―Yo... Intentaré, ¿Si? ―suspiré y traté de relajarme para dar paso otra vez a Anya, ¿Tenía miedo? un poco, porque no sabía si hacer esto aceleraba el proceso.

Suspiré y sentí ese cosquilleo que indicaba que dejaba paso a la mujer dentro de mí, parpadeé algo molesta inmediatamente al sentir el sol en mis ojos. 

―Ve hasta ese punto. ―el señor Juliann señaló un árbol muy a lo lejos y asentí.

Comencé a correr y cada vez la velocidad aumentaba, pero lo único que sucedió es que... no supuse que llegaría tan rápido al árbol, por lo tanto cuando menos lo esperé, choqué contra este. 

―¡Mierda! ―me quejé y froté mi nariz adolorida, para luego hacer lo mismo con mi cabeza. 

 Escuché las carcajadas de Andrei y Cristal a lo lejos, y en menos de cinco segundos el señor Juliann estaba a mi lado.

―Te lo dije. ―suspiró ―¿Estás bien?

Asentí viendo como algunos rasguños se sanaban.

"Eres muy torpe, no puedo actuar así"

Rodé los ojos algo molesta.

―Déjame cargarte, no será la misma velocidad, pero es seguro que iremos más rápido. ―me miró y yo mordí mis labios, para luego susurrar un "Con gusto bombón". 

―¿Qué mierda haces Anya? ―dije algo avergonzada.

―Dejen sus peleas para la tarde. ―él me cargó y me apretó contra su cuerpo ―te recomiendo que te agarres.

Cristal y Andrei comenzaron a correr, perdiéndose entre los árboles, al parecer ya sabían el camino. Crucé mis brazos alrededor de su cuello agarrándome y él también comenzó a correr. 

Sonreí algo divertida, el bosque pasaba rápidamente frente a mis ojos y se sentía entretenido.

Los vampiros siempre tuvieron la habilidad de correr rápido, pero no era lo mismo para todos, siempre la realeza salía beneficiada...

―Incluso en belleza... ―Pensé mirando al señor Juliann.

Pasaron los minutos y él se detuvo, había una pequeña casa casi escondida. Andrei y Cristal estaban sentados en un tronco esperándonos, al parecer llegaron unos segundos antes que nosotros.