Capítulo XIV (Usted no me mataría)

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Instagram: Historias_mla

Acá van a poder ver más acerca de esta novela y otras que planeo comenzar o ya tengo escritas. También van a poder saber algunas curiosidades de Mi vampiro favorito.

P.O.V. Alma: 

Desperté temprano, al parecer todos estaban despiertos porque había mucho ruido; pasos y personas se escuchaban pasando por los pasillos. 

Solo podía salir a desayunar y luego debería volver a mi habitación, un día demasiado aburrido y atípico. Me levanté y fui directo a mi ventana a ver cómo iban las preparaciones, el jardín estaba lleno de personas y de sirvientes, algunos conversando y los sirvientes ordenando y llevando cosas de un lado a otro.  

Suspiré y cerré bien la ventana y las cortinas, no quería que ningún vampiro loco entre, ya tenía suficiente con Irina, a quien le gustaba entrar por la ventana para charlar de chismes y secretos de todo tipo. 

¿Acaso algunos no saben usar la puerta? 

Me cambié y me peiné, lavé mis dientes y salí de mi habitación. Apenas salí, me apresuré a llegar a la cocina con Anastasia. 

¿Tenía miedo? Un poco, algunos parecían que te irían a comer con la mirada, y eran demasiados rostros desconocidos.  

Llegué a la cocina y busqué a Anastasia. El lugar estaba casi lleno, pero ninguna era Ana. Mordí mis labios algo preocupada, era extraño que ella no esté por aquí, ¿Le habrá pasado algo?

—Tú debes ser la humana, ¿Verdad? —una sirvienta se acercó —Anastasia habló conmigo y me dijo que estará muy ocupada hoy, yo te serviré el desayuno.

Asentí y me senté en la mesa. 

—Nunca la vi por aquí... —dije mirándola. Sus brazos y cuellos estaban lastimados, con marcas y heridas que parecían recientes. 

—No soy de este castillo, vengo a ayudar por la celebración —explicó —Soy del castillo de Andrei.

Tragué saliva algo sorprendida. El estado de esa mujer era terrible.

Me sirvió el desayuno y comenzó a cocinar algunas cosas frente a mí, ella también parecía atareada y demasiado ocupada. 

—¿Puedo preguntar quién le hizo esas marcas? —pregunté extrañada. 

—Claro que sí, el mismo Andrei enojado... —dijo algo triste y siguió cocinando.

—Yo...Ojalá pudiera ayudarla. —suspiré apenada y ella me sonrió levemente.

—No pasa nada querida, yo me curo rápido. —me tranquilizó, pero en el fondo, me sentí muy mal por ella.

Aún algo afectada, desayuné mientras miraba cómo cocinaba y cada tanto conversábamos un poco. Al parecer estaba haciendo algunos postres y bombones. 

Cuando terminé de desayunar, asomé mi cabeza para ver la sala principal. Había tres personas albinas conversando con Cristal y Víctor Valt. Entre los albinos, había un niño como de cinco años agarrando la mano de una mujer, supongo que era su madre. El niño volteó a verme, sus ojos eran color carmesí. 

La familia de la realeza de la que tanto hablaban...

El niño se soltó de su madre y avanzó hacia mí sonriendo. Mierda... me escondí detrás de la pared, yo no quería llamar su atención y menos que se acerque a mí. 

Sentí que alguien tiró de mi remera y miré, era el niño. Sonreía mostrando sus pequeños colmillos y tironeando de mi remera, ¡¿Cómo llegó tan rápido a mi lado?!

Mi vampiro favorito (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora