Capítulo V (¿Una nueva amiga?)

22.3K 1.6K 508
                                    

P.O.V. Alma:

Desperté al escuchar un grito de una mujer, salté de la cama asustada y traté de calmarme.

¿Acaso esta será la manera de despertar cada día?

No era normal escuchar un grito en el castillo, por lo general el lugar permanecía en silencio ya que al señor Juliann le irritaba cualquier escándalo.

Me levanté de mi cama luego de ese pensamiento a ver qué es lo que pasó, aunque cuando desvié la mirada hacia el reloj me di cuenta que me había quedado dormida y tenía otras cosas más importantes que solucionar.

¡Mierda! No podré desayunar... Me pareció extraño que Anastasia no me haya avisado.

Mordí mis labios, Lukas iba a matarme si llego tarde.

Comencé a vestirme rápidamente y a prepararme, hasta que noté lo que había en uno de mis escritorios; un estuche rosado.

Me acerqué a él un poco extrañada y me di cuenta que era un estuche de violín.

Una sonrisa inconsciente se formó en mi rostro, lo abrí sin dudarlo dejando ver al instrumento, era hermoso y la madera brillaba invitándome a tocarla. Grité de la felicidad, ya que hace mucho quería uno para mí sola y era como yo siempre lo imaginé.

Lo saqué del estuche para observarlo mejor y una nota cayó al suelo.

"Feliz cumpleaños. ¿Es lo que querías? Estaré en tu clase de música hoy" Juliann Valt.

El señor Juliann al parecer sí se acordó de mí cumpleaños... Realmente me sorprendió.

Levanté el papel y al dejarlo sobre la mesa, noté que al lado del estuche había una pequeña caja adornada con un pequeño moño.

¿Otro regalo más?

Agarré la cajita y la abrí. Había una nota y una pequeña bolsita. Leí la nota.

"Feliz cumpleaños hija. Espero que estés bien, ya ansío volver a verte y ver lo bella que seguro te has puesto... Cada día mamá te extraña mucho más, pero sé que nos veremos algún día, te quiero mucho". Tu madre, Irene.

Mis ojos se llenaron de lágrimas, no podía creer que después de tantos años vuelvo a saber de ella. La última vez que me mandó una carta fue hace dos años, al parecer no dejan que tenga mucho contacto conmigo... La crueldad del rey Víctor no tenía límites.

Suspiré tratando de calmarme y agarré la bolsita que estaba junto a la nota, sacando un collar con un dije. Tenía un signo raro, pero elegante, parecía una serpiente rodeada de varios aros.

¿Por qué me daría esto? Aunque debo decir que se ve lindo.

Me puse el collar y me vi al espejo. Me gustaba cómo me quedaba, hacía resaltar mis ojos grises con el material plateado del dije.

Terminé de prepararme y agarré mi mochila apenas acabar de ver los regalos, aunque no iba a un instituto, siempre llevaba una mochila ya que el salón donde Lukas me enseña está del otro lado del castillo, y si me falta algo no es la mejor situación, porque recorrer tantas habitaciones y pasillos para buscar un cuaderno realmente cansa.

Antes de irme, agarré el estuche que tenía el violín. Hoy lo probaría... Y el señor Juliann estará allí.

Salí de mi habitación y cerré la puerta a mis espaldas. Frente a mi puerta había un balcón interno que dejaba ver una gran sala y a los sirvientes trabajando. Me asomé a ver un poco, todo era como siempre, solo que me di cuenta que había una chica un poco más de mi edad sentada en uno de los sillones mirando a los sirvientes. Alcé una ceja extrañada y bajé las escaleras.

Mi vampiro favorito (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora