Capítulo XXXIII (Poco tiempo para decidir)

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Instagram: Historias_mla

Acá van a poder ver más acerca de esta novela y otras que planeo comenzar o ya tengo escritas. También van a poder saber algunas curiosidades de Mi vampiro favorito.

P.O.V. Alma: 

Mi "Padre" no paraba de hablar, hacía dos horas que todo había comenzado y desde el primer minuto, ya me aburrí. 

Marco agarró mi mano y se la saqué, ¿Qué mierda hace? 

―Compórtate como mi prometida. ―susurró.

―Ni en tus sueños... ―le respondí susurrando y mirándolo de reojo de mala gana. Él soltó una risita. 

Ambos estábamos sentados detrás del líder, que todavía seguía hablando. Del otro lado estaba Victoria con un hombre de unos treinta años, ella no parecía muy feliz y su rostro mostraba algunas cortadas. 

Recordé que ella se quedó peleando con Joaquín, ¿Él estará bien? Un pinchazo en mi corazón surgió al pensar que le pasó algo. 

―Y me da orgullo presentarles a mi hija menor, Alma Becker, una afortunada de haber sobrevivido allí y ser la parte más esencial ―la voz del líder me distrajo de mis pensamientos. 

Gruñí leve, ¿Sobrevivir? Todos aplaudieron al verme y yo quedé inmóvil, ¿Qué se supone que debía hacer? Un escalofrío recorrió mi espalda al escuchar mi nombre y su apellido juntos. 

Sonreí leve para no parecer una amargada ni tampoco para tener problemas luego. La "Ceremonia" continuó por horas, al final muchos bailaban y bebían. Parecía como las fiestas del castillo, solo que con más locura.

Sentada en uno de los bancos estaba yo, miraba hacia un punto fijo pensando en el señor Juliann, mordí mis labios al recordar sus besos y sus frías caricias. Aunque no lo crea, también extrañaba las bromas de Joaquín y abrazarlo, al igual que a Ana. 

―¿Vas a quedarte amargada ahí? ―Marco me miró ―ven... Vamos a bailar y a distraerte.

―No quiero. ―negué sin ni siquiera mirarlo y escuché un suspiro algo molesto.

―Puedes quedarte aquí ofendida y llamar la atención de los invitados o puedes salir a bailar como alguien normal ―insistió y lo miré con lágrimas en los ojos. Él suspiró al verme y extendió su mano hacia mí.

Lo miré esperando a que me explique a qué se refería. 

―Vamos a un lugar más tranquilo si es que te sientes mal o no te gusta el ambiente ―propuso ―prometo que estoy siendo serio al respecto. 

Dudé por unos segundos, hasta que terminé aceptando su propuesta. 

Caminamos fuera del salón hasta salir a un balcón que daba al exterior. Apoyé mis antebrazos en el borde de este, y mis lágrimas comenzaron a bajar por mis mejillas rápidamente, como si todo lo que estuviera conteniendo hasta ahora, hubiese explotado. 

Marco se puso a mi lado mientras me miraba algo apenado.

―¿No hay oportunidad de que nos aceptes? ―murmuró ―Hasta yo quiero conocerte.

―¿Cómo haré eso si me llevaron a la fuerza? ―sollocé ―no quiero estar aquí de esta forma, ¡Quiero salir!

Él hizo una mueca pensando.

―Yo sé que quieres estar con los vampiros, ¿Qué es lo que tanto te gusta de ellos? ―alzó una ceja.

―Tienen una forma especial de querer, me cuidaron como nunca y aprendieron de mí, ellos son como mi familia, y el señor Juliann... ―hice una pausa ―Es el hombre a quien comienzo a sentir algo más. 

Mi vampiro favorito (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora