Capítulo XXI (Tu sangre me conquistó)

19.7K 1.5K 239
                                    

P.O.V. Alma:

—¿Cuál es tu nombre? —preguntó

—Alma. —sonreí —¿y el tuyo?

—Alejandro. —bebió de su trago.

Estábamos ambos sentados en la barra de tragos, haciendo caso a lo que el señor Juliann dijo, no estaba bebiendo alcohol.

Me entretuve bailando con él, hasta que comencé a sentirme un poco cansada y decidimos sentarnos en la barra para conversar un poco. 

—¿Con quién viniste? —me miró frunciendo el ceño.

—Con el señor Juliann —respondí.

Él comenzó a reír. ¿Qué era lo gracioso?

Ah, debo decir que el apodo ya era natural para mí, pero para alguien del exterior podía sonar un chiste. 

—Pero... ¿Juliann qué? —negó riendo —¿Es un señor?

Nunca lo llamaba solamente por su nombre, sino que ya estaba acostumbrada a referirme como "señor" en el castillo.

—Juliann Valt —aclaré y él abrió los ojos sorprendido.

—No te creo. —negó —Ya estarías muerta.

—¿Qué? El señor Juliann no me haría eso. —suspiré algo molesta.

—Sigo sin creerte, ¿Con quién viniste? —apoyó su mano en mi pierna —¿O te metiste aquí y no tienes dueño?

Negué y me saqué el collar dejando ver la mordida. Él hizo una mueca algo extrañado.

—Entonces sí tienes un amo... —sacó su mano de mi pierna.

—No es mi amo, solo él me cuida —expliqué —él es un hombre muy bueno, aunque tiene su carácter. 

—Estás loca... —expresó —él desde siempre ha detestado a los humanos, ha destruido aldeas enteras y luego las ha incendiado, sin rencor ni piedad.

Hice silencio, sí sabía que él había sido muy cruel, pero... nunca me ha hecho daño. 

¿Por qué nunca me hizo nada? Aún sabiendo que él pudo matarme hace años, nunca lo hizo.

Ni siquiera él me deja viva por Anya, porque antes él pudo haberme matado también. Todavía recuerdo esa noche cuando tuve el primer contacto con él a los siete años, sus ojos brillaron al probar tan solo una pequeña gota de mi sangre. Estaba algo confundida en ese entonces, no sabía todo lo que me esperaba.

Minutos después, continuamos hablando acerca de nosotros, nuestros gustos y algunas experiencias. Él me contó que su familia vino de paseo a la ciudad por unos días, pero no viven aquí, sino que viven en una aldea lejana, lejos de los humanos.

—Podrías visitarme algún día. —sugirió —Mi madre hace una comida deliciosa.

—No lo sé... —dudé.

—¿Sabes? Pensaba que estabas libre, ¿Tu amo me dejaría conocerte más? —sonrió de lado. 

—¿Qué? —exclamé sorprendida —él dirá que no, además no le gusta que esté muy apegada a un chico.

—¿Cómo se siente estar con un hombre frío? —acarició mi brazo —un hombre que solo sus suspiros son fríos y sin calor alguno.

Miré su mano acariciando mi brazo, hacía tiempo que no sentía un calor al tacto de otra persona, y en este momento se sentía extraño. 

—Un hombre que tiene un corazón que casi no late... —comentó. 

—No importa. —negué —se siente bien igualmente, no tiene que dar su calor...

Mi vampiro favorito (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora