Capítulo 3

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Sebastián Obando Giraldo, conocido como Sebastián Yatra o simplemente Sebas era un hombre con todas sus letras, tenía una larga fila de mujeres esperando por pasar al menos una noche con él. Su cabello castaño claro despeinado con un corte totalmente raro lo hacía verse más atractivo y sensual; tenía el cuerpo en muy, muy buena forma, con unos abdominales totalmente tonificados, dos sensuales hombros que sobresaltaban sea o no sea estando desnudo. Era un corredor profesional, con cientos y cientos de copas y trofeos. Era en sí, una figura pública (Y que figura). De santo no tenía ni un pelo, es que como su padre le decía cuando apenas era un niño: No desaproveches lo que la vida te da. Y en serio que no las desaprovechaba.
Cada semana una mujer diferente, si no tenía sexo en una semana; nadie pero nadie que tuviese un poco de sentido común se le acercaría. Al menos que tuviese una carrera y de verdad tuviese que entrenar.
Pero en estos momentos su problema tenia apellido; y como lo detestaba. Los Stoessel siempre se creyeron los mejores, y eso lo cabreaba mucho. Su padre y su abuelo quedaron segundo lugar en mayoría de las veces cada vez que un Stoessel se interponía y competía. Hace algunos años no tenía problemas con ellos, no le importaban lo que hacía. Pero hasta que el maldito de Oswald Stoessel compitió con él, en la Nascar pasada y lo dejo en segundo lugar su odio contra cada uno de ellos creció al tope. Ahora era su oportunidad, Esa mocosa de Martina Stoessel, no llegaría y le ganaría su copa en esa serie. Si no, no saldría viva para contarlo.

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Bajo las escaleras que lo separaban de su cocina, ordeno a su nana que le hiciera su comida, sin un gramo de grasas, tomo un vaso con agua de la cocina y se hecho en su lujoso sofá de cuero rojo como el fuego; tomo el control y encendió la televisión, coloco el canal de deportes, y como siempre hablaban de la muy, muy, esperada Nascar; subió volumen y presto atención.
-Estupideces –susurro, sin prestarle atención. Escucho el nombre de los Stoessel y hay si presto atención de verdad.
-Bien, Diego. Pasemos a otro tema –hablo el conductor del programa- Ya todos la deben de conocer. Esta chica es increíblemente buena. Al manejar no tiene límites y no le importa nada de lo que pase o deje de pasar, solamente se concentra en su meta, que es llegar de primera. Martina Stoessel, de dieciocho años de edad. Ha participado en carreras tanto nacionales, como internacionales
. A hecho subastas a beneficios, sin pedir nada a cambio, y por ultimo hace unos días fue calificada a la Nascar, con la mayor puntuación de la Sprint.
-Cabe mencionar, Arthur, que hace unas horas la nombraron la chica más joven en ir a la Nascar. Lo que la convierte en una novata, frente a todos los veteranos con los que correrá…

AMOR CLANDESTINO ❤🚘🚘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora