PARTE 6
Habían pasado toda la mañana entre arrumacos y risas. Tini había avisado a Sebas que esa misma tarde saldrían a comprar ropa para él y así de paso que Sebastian conociera un poco Roma. Sus días vacacionales no durarían mucho, Tini tendría que empezar a entrenar y Sebas... Pues ella tenía en mente una idea, para que Sebss no dejara de entrenar.
-¿Estas listo? -Pregunto Martina, ella ya había salido de la ducha y solo faltaba Sebas . Si seguían en la bañera juntos nunca habrían terminado de ducharse. Se miro en el espejo de cuerpo completo que había en el gigante baño, ya con la bata de baño puesta. Con sus manos agarro su cabello y lo subió a la altura y se vio la nuca, allí donde estaba el tatuaje... ¡Tenía un chupón inmenso! Y otro, y otro más- ¡SEBASTIAN !
-¿Que pasa? -Salió el de la bañera, desnudo, sin vergüenza camino hasta detrás de Martina, y le acarició el cuello con su nariz. Martina le paso una toalla y él se separo un momento de ella para cubrirse la parte de abajo de su cuerpo.
-Mira mi cuello -musito ella.
-¿Que tiene? -Se acerco a ella y la miro a los ojos a través del espejo.
-Tengo un millón de chupones tuyos -Exageró angustiada.
-¿Y que tiene? Yo tengo más y no me ando quejando -Se volteó y le mostro la espalda toda roja a causa de los rasguños que Martina le dejo.
Senas, esta horrible eso -Dijo peor de angustiada que antes- Lo siento -Dijo con los ojos llenos de lágrimas. Sebas no supo si reír o estar completamente serio, ella era tan genuina y niña algunas veces. La abrazo y la beso.
-Me encanta tener esos rasguños en la espalda, soy un masoquista, lo sé. Pero simplemente amo que hagas eso, me gusta sentirlo, me gusta saber que yo soy el único que hace que tú hagas eso... Así que deja de pedir disculpas y llorar.
-Te quiero tanto -Lo beso despacio.
-Yo también -Le acarició la cara, sintiendo algo extraño en su estómago, si eran mariposas entonces quería que se quedaran allí por siempre.//////////////////////////////////////////
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Luego de haber caminado algunas de las calles principales de Roma y haberse sacado miles de fotos (Con la cámara que Sebas había comprado recién) decidieron comer en un restaurante al aire libre, con muchas bolsas de compras en sus manos se sentaron en una mesa para dos y la mesera les trajo el menú. Sebas pidió lo mismo que Martina, ya que ella era la que sabía que era cada cosa y era la que podía comunicarse con los italianos, ya que ellos los veían raros.
-Aquel Romano dice que eres un americano imbécil y que tienes una suerte al estar con una americana como yo- Martina largo una carcajada, luego de haber escuchado la conversación de los Europeos. Sebastián quiso pararse a darle un merecido al viejo verde que veía a SU novia- Déjalo, no hagas caso y ya - le acarició el brazo por encima de la mesa y le dio un beso en el mentón- Te quiero tonto.
-Yo también... Te quiero mucho, mucho, mucho -Acarició su nariz con la de ella.
-¿Mucho? -Sonrió ella embobada.
-Demasiado, tanto que me estas volviendo loco.-Tu me tienes loca a mi desde los 10 años -Sebastian le robo un beso, y se separo de ella. Encendió la cámara fotográfica y los fotografió a ambos con unas muecas en sus rostros divertidas. Otra mas ahora Martina besándolo a él en la mejilla y otra en donde ambos se daban un casto beso en los labios. La gente los miraba y murmuraba cosas que a ellos poco les importaban.
La mesera trajo la comida y los dejo a solas. Ambos se dispusieron a comer y cuando iban a probar bocado la voz chillona de una mujer los hizo soltar la comida.
-¡Sebas!
MARATÓN 4/5