Capitulo 39

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- Esto es...¡ Wow! -Sonrió-Maravilloso
-Se apretó mas al cuerpo desnudo de su marido.
-Increíble... En realidad eres mi esposa, mía -Le apretó la cintura con su mano.
-Te quiero -Martina, se dio vuelta para poder ver a los ojos a Sebas, apoyando su barbilla al pecho de él.
-Te quiero mas -Le dio un corto beso, que significaba mucho. Paso un tiempo en donde ambos permanecieron callados, hasta que Martina volvió a hablar.
-¿Por qué decidiste que nos casáramos? -Sebas ya había malinterpretado
las palabras y se preparaba para refutar- No me mal interpretes, pero es que todo esto fue tan de repente. Jamás me imagine que quisieses que nos casáramos, y siendo tan jóvenes. Más cuando tú hasta no hace mucho te la pasabas de fiesta en fiesta y cama en cama, así que no sé, me parece extraño. Aunque no obstante no dejo de sentirme la mujer más feliz del planeta.
-Cuando era pequeño mi papa y mi mama vivían en una constante pelea, Anibal solo quería triunfar y ganar dinero y mi madre lo único que quería era una familia unida, poco después mi madre cansada de las humillaciones por parte de mi padre, y no físicamente porque el jamás se atrevió a tocarle un pelo. Si no públicamente, los desplantes, los malos tratos delante de muchas personas, las innumerables veces que mi padre se vio envuelto en líos románticos, es decir, que le montaba los cuernos a mi madre un sin fin de veces. Adelaida no lo soporto y se fue, aunque nunca me abandono de por sí, no supe lo que es tener una familia. Aníbal, sigue igual a como si tuviese veinticinco años, y Adelaida formo su familia en donde yo no estaba incluido -Finalmente soltó un suspiro, y prosiguió- Por eso, es que quiero formar mi propia familia, ir de picnic, salir a pasear, jugar con mis hijos. Pero antes de eso quiero quemar etapas, quiero ir al cine con mi novia, que ahora se diría esposa. Quiero comer en restaurantes chinos con mi chica, quiero irme de viaje con ella, quiero hacer tantas cosas pero que simplemente no puedo -Acarició con sus dedos la espesa melena de su chica- es por eso que he decidido saltarme unas cuantas bases y proponerte que nos casáramos, porque sé que nuestras carreras no nos dejaran mucho tiempo libre. Porque tengo que volver a América y tu quedarte en Roma. Por eso quiero que aunque estemos a millones de kilómetros nos recordemos a cada instante, y que solo seamos nosotros. ¿Me comprendes?

-No sabes lo mucho que te quiero -Se lanzo a sus brazos y soltó unas lágrimas.
-No quiero que nada cambie, no quiero que nadie se entere -Suspiro- Porque si lo hacen no nos dejaran en paz hasta que hagan que lo único bonito que tengo se vaya a la mierda.
-No se enteraran, lo prometo. En cuanto a todos tus deseos, juntos los haremos realidad, en un futuro no lejano pero tan precipitado tampoco -Soltó una carcajada- Te quiero hermoso.
-Y yo mas princesa -La empezó a besar con lentitud, al fin y al cabo tenía toda una vida para besarla y hacerla suya. Claro, aunque ellos no sabían lo que el horrible destino les tenía preparado.
Al día siguiente cuando ya habían disfrutado lo suficiente, y el yate ya los estaba esperando, ambos se vistieron con lentitud, lanzándose sonrisas y besos a cada instante. Como Sebas le había avisado a Tini que harían una parada para bañarse en las riquísimas playas, Martina solo se puso la parte de arriba de un traje de baño realmente lindo, que Sebastián había traído para ella. En la parte inferior llevaba el bikini y cubriéndolo un short de jeans que dejaban ver sus blancas piernas.Sebas llevaba unos pantalones de mezclilla, y el torso desnudo. Ambos guardaron todo en el equipaje y lo demás lo arreglarían encargados de limpieza. Caminaron tomados de la mano hasta el lujoso yate, un mozo les trajo dos copas de vino tinto, y ambos lo degustaron sonrientes. Mientras navegaban, ambos se fueron hasta la punta del yate, con cuidado ella se sentó en las barandillas y el la tenia agarrada de la cintura, sonrientes ambos se besaban como si el mundo se fuese a acabar. Martina Se sentía la mujer más feliz del mundo, mismo sentimiento que experimentaba Sebas. El yate paro y el mismo mozo les dijo que estaban en mar bajo, así que ellos podían disfrutar. Emocionada Tini se quito el short y tomando. A Sebastián  del brazo lo lanzo junto a ella al mar. Los dos salieron riendo y se besaron con ganas. Volvieron a hundirse para verse bajo el agua, pese a la molestia en los ojos. Sus manos izquierdas se entrelazaron y un besito bajo el mar compartieron.
-¡Esto es increíble! -Dijo ella al salir del agua y tomar aire- ¡Es maravilloso! -Dejo salir nuevamente entusiasmada como una nena.
-Te quiero preciosa -Solo dijo Sebas perdido en su sonrisa, en sus ojos, en su rostro...
-Yo también te quiero príncipe -musito con el rostro sereno, pero luego le tomo el rostro con ambas manos y lo beso apasionadamente
. Ambos flotando en el mar.

-Eres lo mejor que me ha pasado -Le murmuro al oído.
-Y tú lo peor -le susurro ella sensual besando su cuello.
-No decías eso anoche -Ella ahogo un grito en su cuello.
-¡Eres un cochino! -El río- Además, pese a todo, no puedo negar que eres un dios en la cama, y que me has enseñado de todo.
-Eso, mi querida esposa, te lo enseñe solo para mí -Con su mano debajo del agua, la aprisiono contra su cintura.
-Ni el mar te baja esas hormonas, ¿Verdad?




            MARATÓN 3/5

AMOR CLANDESTINO ❤🚘🚘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora