Capítulo 27

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-Perdón por haberte dicho la idiotez que te dije, jamás se me ocurriría matar a una personita que no pidió venir al mundo. Sé que fui un animal, pero quiero que sepas, que es porque tengo miedo y nada mas... Si estas embarazadas lo afrontaremos juntos. No importa el odio que tú me tengas o viceversa. Lo que haremos ahora es asegurar la sospecha o desasegurarla. ¿Está bien? -Martina Solo pudo asentir perdida y embobada en aquellos ojos que tanto la volvían loca- Y luego nos iremos a un hotel y te hare el amor como solo yo te lo puedo hacer -Dijo totalmente prendido, haciendo enrojecer a Martina de pies a cabeza- Ya mañana hablaremos de todo ¿Bien? -Le robo un casto beso, que solo hizo que Martina se excitara- Eres hermosa.
-Creí que era una Puta -Susurro, solo por decir. No quería pelear, pero tampoco quería quedar como una completa necesitada.
-Eso ni lo sueñes, pequeña -Le limpio el resto de las lagrimas, y le dio un beso a cada uno de los parpados de ella.
Se bajaron de la camioneta, Sebas primero, luego ayudando a Tini. Ella no solo estaba sorprendida, estaba en un completo estado de Shock. Si hasta hace una hora le estaba diciendo que se podría ir al mismo infierno con 'su' hijo, y ahora le decía palabras lindas. Sebas le tomo la mano y se la apretó con fuerza, toco el timbre y le tomo el rostro besándola con adoración. Un carraspeo los hizo salir de aquella burbuja y Martina se coloco nuevamente roja como un tomate. Se odio por doblegarse tan fácilmente ante una caricia de aquel maldito idiota, pero simplemente era imposible no hacerlo.

-¿Entraran o se quedaran aquí afuera congelándose del frio? -Pregunto una tercera voz que Sebas reconoció como la del sanador Smith, sanador que atendía a todo el equipo de los Yatra's.
-Hombre, Feliz Noche Buena -Le abrazo Sebastián como si nada hubiese pasado hace minutos.
-Pues para ti ya no serán buenas si no me dices que coño haces en mi casa el único día en el cual No trabajo -Hablo, pero su voz no sonaba seria, sino mas bien algo bromista.
-Mejor no lo hablemos aquí -Dijo Sebastian- Si no le molesta a tu familia, vayamos a tu despacho.
-¿Como le va a importar a Miriam que estés aquí? Se pondrá Feliz de verte muchacho -Sebas sonrió al hombre que consideraba más que un sanador- Pasen, no se diga mas. ¡Miriam! -Exclamo el sanador, cerrando la puerta tras pasar los jóvenes- ¡Katherine! -Volvió a gritar, unos segundos después aparecieron sonrientes una señora de edad que no se veía tan vieja, y una muchacha un poco mas adulta que Martina, a quien se le ilumino el rostro a ver a nada más y nada menos que al mismo Sebastián Yatra, su capricho de hace dos años.
-¡Sebas! -Se abalanzo sobre él, casi sin darle chance de nada.
-Katherine -Sonrió Sebas, apartándola un poco mas de si, con una sonrisa incomoda, y volteo a ver a Martina, que lo veía nuevamente con aquella mirada cargada de furia.
-Muchacho, que bueno verte hijo. Estas tan buen mozo -Le sonrió la señora mayor con gentileza- ¿Y esta pequeñura quien es? -Reparo en Martina, y la tal Katherine, observo las manos entrelazadas de ellos.
-Mi novia Miriam -Sonrió abiertamente lanzándole una mirada a Martina.
-¿Tu novia? -Pregunto atónita Katherine- Y cuantos tienes ¿15? -Sonrió con suficiencia.

-18 -Le respondió Sebas automáticamente
, tomando la mano de Martina más y acercándola a él.
-¡Ay muchacho! Qué bueno que sentaras por fin cabeza, y establecieras una relación -Le apremio Miriam- Aunque siempre pensé que sería Katherine la afortunada -Largo una risa, y Sebas no pudo hacer más que imitarla.

-Miriam, sabes que yo veo y veré siempre a Katherine como una amiga o hermana.

-Si claro... -Susurro Katherine mirando a ambos con un odio infinito.
-Bueno Sebastián , has venido por atención médica, así que vayamos a mi consultorio por favor -Pidió llevándolos a una habitación, que no tenía nada que envidiar a los consultorios de hospitales. Allí se encontraban todo tipo de aparatos médicos, y cualquier cosa de esa especie- ¿Entonces qué pasa? -Pregunto sentándose detrás de un pequeño pero coqueto escritorio.
-Ehhh... Cuando te graduaste como medico tú hiciste un juramento ¿cierto? -Pregunto Sebas, Martina solo permanecía callada sumida en sus pensamientos.
-¡Claro hombre! -Pregunto sorprendido- ¿Pero a qué viene tú pregunta?
-Te estoy hablando como un médico particular, no como Alexander Smith, si no como el sanador Smith.
-Me estas asustando...
-Quiero que le hagas una prueba de embarazo a Martina. Y que nada ni nadie se entere ¿Está bien? -El sanador quedo estupefacto en su sillón, los miro a ambos, Martina bajo la cabeza y se le escapo una lágrima.
-Esta bien Mr. Yatra -Se levanto con un nuevo semblante, más profesional. Fue hasta un pequeño placar y de allí saco una pequeña jeringa, alcohol, algodón, y un aparato extraño a la vista de ambos jóvenes- Martina, ven acá -Le indico una camilla. Martina hizo caso y Sebas la siguió- Sebas te agradecerías que esperaras afuera.
-No -Solo dijo y se quedo parado con brazos cruzados.

-Bien, pero preferiría que te quedases sentado en el sillón -Esta vez sí hizo caso.
-Martina, Te pinchare el dedo y extraeré tu sangre - Ella asintió, Alexander saco una diminuta inyectadora con una aguja. Le pincho el dedo y saco la sangre suficiente, la saco y le coloco gasa con alcohol en el dedo de la chica- Colocare la sangre en la procesadora y en unos minutos sabremos si es positivo o no. Si aparece color rojo fuerte en el papel No estás embarazada y si sale color verde Si- Martina asintió y se paro para sentarse en la sillas de espera frente al escritorio del sanador. Se restregó los ojos con cansancio, se toco los bolsillos y saco su teléfono, más de cincuenta llamadas perdidas, Mercedes, su padre, Oscar y Oswald la habían estado llamando. ''Estoy bien, llego mañana. No se preocupen, estoy con Sebastián . Los quiero'' había enviado eso a Mercedes y segundos después apago su celular para que no la pudieran contactar- Bien, ya tengo los análisis Martina -Se enderezo en su asiento y Sebas le puso la mano en el hombro parado detrás de ella. Martina se la acaricio por encima y la apretó para darse fuerzas - Sera mejor que ustedes la lean -Sebas se sentó a un lado de ella y la abrazo por los hombros, Martina negó con la cabeza y se la devolvió-Esta bien - Leyó el papel- ¿Has estado comiendo mal? Acá dice que tienes una alteración hormonal, la mala alimentación sumada con los constates agotamientos que te produce los entrenamientos,
es decir, que No estás embarazada.

                  MARATÓN 4/5

AMOR CLANDESTINO ❤🚘🚘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora