-Perdón por haberte dicho la idiotez que te dije, jamás se me ocurriría matar a una personita que no pidió venir al mundo. Sé que fui un animal, pero quiero que sepas, que es porque tengo miedo y nada mas... Si estas embarazadas lo afrontaremos juntos. No importa el odio que tú me tengas o viceversa. Lo que haremos ahora es asegurar la sospecha o desasegurarla. ¿Está bien? -Martina Solo pudo asentir perdida y embobada en aquellos ojos que tanto la volvían loca- Y luego nos iremos a un hotel y te hare el amor como solo yo te lo puedo hacer -Dijo totalmente prendido, haciendo enrojecer a Martina de pies a cabeza- Ya mañana hablaremos de todo ¿Bien? -Le robo un casto beso, que solo hizo que Martina se excitara- Eres hermosa.
-Creí que era una Puta -Susurro, solo por decir. No quería pelear, pero tampoco quería quedar como una completa necesitada.
-Eso ni lo sueñes, pequeña -Le limpio el resto de las lagrimas, y le dio un beso a cada uno de los parpados de ella.
Se bajaron de la camioneta, Sebas primero, luego ayudando a Tini. Ella no solo estaba sorprendida, estaba en un completo estado de Shock. Si hasta hace una hora le estaba diciendo que se podría ir al mismo infierno con 'su' hijo, y ahora le decía palabras lindas. Sebas le tomo la mano y se la apretó con fuerza, toco el timbre y le tomo el rostro besándola con adoración. Un carraspeo los hizo salir de aquella burbuja y Martina se coloco nuevamente roja como un tomate. Se odio por doblegarse tan fácilmente ante una caricia de aquel maldito idiota, pero simplemente era imposible no hacerlo.-¿Entraran o se quedaran aquí afuera congelándose del frio? -Pregunto una tercera voz que Sebas reconoció como la del sanador Smith, sanador que atendía a todo el equipo de los Yatra's.
-Hombre, Feliz Noche Buena -Le abrazo Sebastián como si nada hubiese pasado hace minutos.
-Pues para ti ya no serán buenas si no me dices que coño haces en mi casa el único día en el cual No trabajo -Hablo, pero su voz no sonaba seria, sino mas bien algo bromista.
-Mejor no lo hablemos aquí -Dijo Sebastian- Si no le molesta a tu familia, vayamos a tu despacho.
-¿Como le va a importar a Miriam que estés aquí? Se pondrá Feliz de verte muchacho -Sebas sonrió al hombre que consideraba más que un sanador- Pasen, no se diga mas. ¡Miriam! -Exclamo el sanador, cerrando la puerta tras pasar los jóvenes- ¡Katherine! -Volvió a gritar, unos segundos después aparecieron sonrientes una señora de edad que no se veía tan vieja, y una muchacha un poco mas adulta que Martina, a quien se le ilumino el rostro a ver a nada más y nada menos que al mismo Sebastián Yatra, su capricho de hace dos años.
-¡Sebas! -Se abalanzo sobre él, casi sin darle chance de nada.
-Katherine -Sonrió Sebas, apartándola un poco mas de si, con una sonrisa incomoda, y volteo a ver a Martina, que lo veía nuevamente con aquella mirada cargada de furia.
-Muchacho, que bueno verte hijo. Estas tan buen mozo -Le sonrió la señora mayor con gentileza- ¿Y esta pequeñura quien es? -Reparo en Martina, y la tal Katherine, observo las manos entrelazadas de ellos.
-Mi novia Miriam -Sonrió abiertamente lanzándole una mirada a Martina.
-¿Tu novia? -Pregunto atónita Katherine- Y cuantos tienes ¿15? -Sonrió con suficiencia.-18 -Le respondió Sebas automáticamente
, tomando la mano de Martina más y acercándola a él.
-¡Ay muchacho! Qué bueno que sentaras por fin cabeza, y establecieras una relación -Le apremio Miriam- Aunque siempre pensé que sería Katherine la afortunada -Largo una risa, y Sebas no pudo hacer más que imitarla.-Miriam, sabes que yo veo y veré siempre a Katherine como una amiga o hermana.
-Si claro... -Susurro Katherine mirando a ambos con un odio infinito.
-Bueno Sebastián , has venido por atención médica, así que vayamos a mi consultorio por favor -Pidió llevándolos a una habitación, que no tenía nada que envidiar a los consultorios de hospitales. Allí se encontraban todo tipo de aparatos médicos, y cualquier cosa de esa especie- ¿Entonces qué pasa? -Pregunto sentándose detrás de un pequeño pero coqueto escritorio.
-Ehhh... Cuando te graduaste como medico tú hiciste un juramento ¿cierto? -Pregunto Sebas, Martina solo permanecía callada sumida en sus pensamientos.
-¡Claro hombre! -Pregunto sorprendido- ¿Pero a qué viene tú pregunta?
-Te estoy hablando como un médico particular, no como Alexander Smith, si no como el sanador Smith.
-Me estas asustando...
-Quiero que le hagas una prueba de embarazo a Martina. Y que nada ni nadie se entere ¿Está bien? -El sanador quedo estupefacto en su sillón, los miro a ambos, Martina bajo la cabeza y se le escapo una lágrima.
-Esta bien Mr. Yatra -Se levanto con un nuevo semblante, más profesional. Fue hasta un pequeño placar y de allí saco una pequeña jeringa, alcohol, algodón, y un aparato extraño a la vista de ambos jóvenes- Martina, ven acá -Le indico una camilla. Martina hizo caso y Sebas la siguió- Sebas te agradecerías que esperaras afuera.
-No -Solo dijo y se quedo parado con brazos cruzados.-Bien, pero preferiría que te quedases sentado en el sillón -Esta vez sí hizo caso.
-Martina, Te pinchare el dedo y extraeré tu sangre - Ella asintió, Alexander saco una diminuta inyectadora con una aguja. Le pincho el dedo y saco la sangre suficiente, la saco y le coloco gasa con alcohol en el dedo de la chica- Colocare la sangre en la procesadora y en unos minutos sabremos si es positivo o no. Si aparece color rojo fuerte en el papel No estás embarazada y si sale color verde Si- Martina asintió y se paro para sentarse en la sillas de espera frente al escritorio del sanador. Se restregó los ojos con cansancio, se toco los bolsillos y saco su teléfono, más de cincuenta llamadas perdidas, Mercedes, su padre, Oscar y Oswald la habían estado llamando. ''Estoy bien, llego mañana. No se preocupen, estoy con Sebastián . Los quiero'' había enviado eso a Mercedes y segundos después apago su celular para que no la pudieran contactar- Bien, ya tengo los análisis Martina -Se enderezo en su asiento y Sebas le puso la mano en el hombro parado detrás de ella. Martina se la acaricio por encima y la apretó para darse fuerzas - Sera mejor que ustedes la lean -Sebas se sentó a un lado de ella y la abrazo por los hombros, Martina negó con la cabeza y se la devolvió-Esta bien - Leyó el papel- ¿Has estado comiendo mal? Acá dice que tienes una alteración hormonal, la mala alimentación sumada con los constates agotamientos que te produce los entrenamientos,
es decir, que No estás embarazada.MARATÓN 4/5