-Ni el mar te baja esas hormonas, ¿Verdad?
-Solo tú, haces que se me ponga así... -Y le dijo algo al oído que Martina tuvo que ahogar la carcajada.
-¡Oye! Hablando de eso. Se me había olvidado -Se golpeo en la frente.-¿Qué?
-En estos días cuando iba de camino a casa, entre a una librería, y encontré unos DVD's y los compre -Le sonrió coqueta.
-¿Y de que son los DVD's? -Pregunto él un tanto aburrido, pero sin dejarlo salir a flote.
-Instructivos para aprender danza árabe o danza del vientre si soy un poco más formal. He sido una buena alumna y aprendí todo en poco tiempo, quería darte una sorpresa y compre ropa de odalisca... -Sebastián extasiado no la dejo terminar.
-¿Por qué no lo dijiste antes mujer? -Le dio un beso- ¡Vámonos ya a la casa! -Casi la arrastro por el mar y la subió al yate, con desespero le dio al marinero que navegará lo más rápido posible. Martina Lo único que podía hacer era reír, por la emoción de su esposo.
Cuando llegaron a tierra, Sebastián la tomo en brazos y corrió con ella hasta un Ferrari rojo. Casi la tiro en el asiento de pasajero y el corriendo se fue hasta el lado del conductor.
No supo en qué momento pero ya habían llegado a la villa.Sebastian parecía desesperado, y cualquiera que lo viese pensaría que tenía un problema de indigestión. Martina no podía más que reír, y reír. La bajo del auto y la llevo adentro de la casa, peleando con la puerta principal al esta no ceder con todas las llaves que su temblorosa mano metía. La llevo al baño y desesperado la ropa le quiso quitar, Martina lo alejo con un manaso, y lo saco de la habitacion que ambos compartían para llevarlo a otra y encerrarlo completamente, murmurando un "es sorpresa".
Una hora mas tarde cuando el sol se ponia y el atardecer estaba en todo su esplendor Sebas se paseaba nervioso por todo el pasillo, solo escuchaba sonidos de puertas chocar y pasos dirigirse a la planta baja. Ya se había sacado el agua salada, y llevaba puesto un pantalón veraniego blanco, sin camiseta ni zapatos. El cabello lo llevaba húmedo y desordenado, cualquiera que lo viese pensaría que al chico lo atracaron, o también que estaba irresistiblemen
te sexy. Quiso abrir la puerta desesperado pero esta estaba cerrada.Así que no le quedo mas remedio que sentarse en el piso a esperar que su nueva esposa le dejase salir.
Cuando se estaba por quedar dormido en una posición nada cómoda, un clic en la puerta lo alerto, se levanto rápido y caminó por el pasillo guiado por el camino de velas aromaticas con pétalos de rosas blancas y rojas. Sonrió emocionado cual niño pequeño, llego hasta la alcoba principal y allí lo esperaba la mas grandiosas de las sorpresas.
La habitación estaba iluminada por velas blancas y rojas, La cama nupcial con doseles blancos aperlados y distintas almohadas y cojines rojo fuego y blanco celestial estaba cubierta por un corazón hecho en pétalos rojos y blancos. El sonido de la música árabe le llego a los oídos, camino un poco hasta sentarse en un lujoso sofá que tenia la habitación, a su lado en una mesita estaban dos copas y una botella de champaña, además de frutas tropicales como las uvas y fresas. Se acerco a la mesa para servirse un trago, aunque el como deportista lo tenia prohibido, la champaña no era peligrosa. La siguiente canción llego, mas suave que la anterior pero sin duda mas erótica. Un tintineo como de moneditas le llamaron la atención, y al levantar la vista de la copa casi muere de un infarto al ver a Martina mas hermosa que nunca.MARATÓN 4/5