EPILOGO I

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DOS AÑOS Y SEIS MESES DESPUES

‘’Un día en las vacaciones de la Familia Yatra     ’’

Caminaban por la orilla de la playa, el agua llegándoles a los pies y la blanca y fina arena se metía entre sus dedos, ambos padres tomaban de cada mano a su hijo de seis años. Sebas hacia chistes sin gracia, que más que risas mandaba burlas por parte de Martina y James. Cuando callaban por un rato y seguían caminando, Sebastian y Martina se mandaban miradas y sonrisas pícaras, que hacían torcer los ojos a James y decir que sus padres aun parecían dos adolescentes. Ambos se reían de la madurez que tenia su pequeño hijo. Martina con un vientre de siete meses no se podía ver más hermosa y adorable, según los pensamientos de Sebas. Su hija, ya estaría en sus brazos en poco tiempo, y el doctor había recomendado aquel viaje para que Martina se relajara y terminara de vivir la ultima etapa de el embarazo tranquila. Aunque el que mas lo estaba disfrutando, sufriendo y viviendo había sido Sebas, quien no se había despegado de Martina desde que esta le había dado la noticia un día luego de haber hecho el amor muchas veces.

Martina aquel día no supo si haberle dicho la noticia en aquel momento había sido lo mejor, porque luego de ese momento Sebas la trataba como si fuese una muñeca de porcelana. ¡¡Ni siquiera la dejaba moverse a la hora de tener relaciones!! Y eso había sido luego de hablar él mismo con el doctor de Martina. Antes de eso no hicieron el amor por tres días seguidos ¡TRES DIAS!, Pero en fin, ella lo amaba con todo y sus cuidados extremos. Desde que habían llegado a Barbados se portaba como un esposo normal, o bueno, un esposo que trataba de ser normal, Sebas  jamás seria un esposo normal. La había sorprendido el día que le dijo que se irían de viaje, porque según el, ella no podía salir de casa.

Barbados era hermoso, sus playas eran cristalinas y lo mejor es que eran tranquilas y no habían muchas olas, así James podía jugar tranquilo, bueno, James y Sebas

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Barbados era hermoso, sus playas eran cristalinas y lo mejor es que eran tranquilas y no habían muchas olas, así James podía jugar tranquilo, bueno, James y Sebas.
Los dos se la pasaban en la arena jugando y revolcándose en la arena. Cada cierto tiempo Martina los llamaba para volverles poner bloqueador. Ella por el contrario; se recostaba y acariciaba su panza, se colocaba bloqueador y tomaba fotografías de James y Sebas jugando. Llevaban dos semanas y aun ella no se cansaba de estar allí. Ninguno, en realidad. Cada día conocían algo nuevo de la isla y si no iban a la playa, se dedicaban a conocer la ciudad.

Ahora estaban los tres caminando por la orilla de la playa, James en medio de Sebas y Martina. James, blanco por el bloqueador, le pedía a su papá que lo llevase en sus hombros, Sebas consintiendo a su hijo hizo lo que le pedía. Cogió a Martina de la mano y la atrajo a él. Su pancita desnuda choco contra el torso desnudo de él. Las personas se le quedaban viendo, y aunque los dos ya estaban acostumbrados a eso, se sentía incomodo que algunas personas no disimularan un poco. Mas aun con los cambios de humor que sufría Martina con el embarazo. Diciendo que la gente la veía porque su panza era enorme y Sebas le había regalado un lindo bikini de dos piezas, y la había obligado a usarlo.

-¡Papi ¡Papi! Quiero un helado –Pidió James desde arriba de los hombros de su padre.
-Yo también quiero uno, estoy sedienta –Terminaron de caminar hasta donde estaba el puesto de los helados. James pidió uno de chocolate y Martina una paleta de frutas tropicales, que empezó lamer con entusiasmo. Sebas se acerco a ella por la espalda luego de haber pagado los helados y dejar a James sentarse un poco mas alejados de ellos dos, pero lo suficientemente
cerca para no perderlo de vista.
-¿A que no adivinas? –el susurro de sebas hizo que a tini se le erizaran los vellos, como si fuese la primera vez.
-¿mmm?
-Verte lamer esa paleta, me ha puesto muy, muy duro –Le dio un pequeño beso en la clavícula.

Hola volvi solo falta un capitulo se acaba la novela

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