Mis ojos se abren lentamente y la luz se filtra haciendo que frunza el ceño, mi espalda comienza a doler y mis brazos igual, no me puedo mover sin que me duela. Paso las manos sobre mi rostro y finalmente me enderezo.
Peino mi cabello con los dedos y giro mi cabeza, veo a Elian acostado boca abajo.
—Elian —acerco mi mano a su espalda descubierta y lo toco. El dolor en el cuerpo ha incrementado—, levántate.
—¿Qué sucede? —me pregunta somnoliento. No se mueve de su sitio, no hace nada más que dormir.
—Nunca más vuelvo a dormir en el suelo.
Me levanto de la pequeña cama acolchonada y busco mi ropa. Recojo mis bragas del suelo y me doy cuenta de que ahora son simple tela rota, echo un suspiro y solo me limito a colocarme el vestido. Miro a Elian una vez más y frunzo el ceño al ver que sigue dormido.
Me vuelvo a acercar a él y le zarandeo un poco intentando que se despierte.
—Elian, Elian —repito su nombre varias veces, sin embargo no se despierta del todo—. ¿Quieres despertarte ya? —elevo un poco mi tono de voz ya irritada.
—Quiero dormir —es lo único que sale de sus labios.
—Eres impresionante —empujo levemente su hombro moviendolo.
—¡Oh qué dolor!—le veo fruncir el ceño mientras mueve su brazo derecho, finalmente abre los ojos y me mira— ¿Me das un masaje? —sonríe pícaramente haciendo que mi paciencia se vaya agotando rápidamente.
—¿Hablas enserio? —cuestiono enarcando una ceja.
—Aburrida, yo quería un masaje con final feliz —me guiña el ojo y no puedo evitar inflar mis mejillas con enojo.
—Eres un estúpido —las palabras salen de mi boca por si solas. Me duele la cabeza y el cuerpo y solo quiero darme un baño para luego acostarme en una cama.
—Gracias.
Veo como acomoda su cabello echándolo hacia atrás con su mano.
—¿Ya podemos irnos? —le pregunto— Quiero bañarme, dormir y comer.
—¿Tiene que ser ahora? —me mira con aburrimiento— Yo quería quedarme un rato más y disfrutar de las vistas —mi paciencia llega a su límite y comienzo a caminar hacia la puerta que lleva a las escaleras— ¿A dónde vas? —le escucho preguntarme.
—Lejos de tí.
—Imposible.
Abro aquella puerta encontrándome con la escalera que lleva a los pisos inferiores, bajo con cautela y me encuentro con otra puerta que no se a donde lleva. La abro encontrándome con un pasillo con varias puertas más, todo estaba iluminado y en la mitad de este pasillo se encontaba el ascensor.
Comienzo a caminar hacia este y presiono el botón. Las puertas se abren instantáneamente y sin esperar un segundo más entro, miro el panel de botones encontrándome con cincuenta de ellos que llevan a diferentes pisos, presiono el botón de planta baja y el ascensor comienza a descender.
En medio del camino mi mente comienza a pensar en todo.
Soy un ángel que fue desterrada del cielo por culpa de Lucifer y ahora vivo con él porque básicamente no tengo donde ir, sigo siendo inmortal, mantengo relaciones con Lucifer y para terminarla de jod*r estoy enamorada de él y me voy a casar.
Las puertas del ascensor se abren mostrándome el vestíbulo de este gran edificio, todo el mundo nota mi presencia y me siento extraña al salir del ascensor. Dos tipos se me acercan, los dos lucen trajes formales y lucen bien, sin embargo su forma de mirarme me molesta un poco.
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La esposa de Satanás *COMPLETA*
RomanceSamara, un ángel guerrera sin duda muy hermosa y con una sensualidad fascinante, una guerrera fuerte, encargada también de darles paz y alegría a los niños que llegaban allí; pero cuando el mismo Diablo entra al paraíso a robar a su hermano Uriel, S...