La esposa de Satanás *COMPLETA*

Capítulo 34

//Pov Samara

Sus manos acarician mi piel desnuda, mientras las sábanas nos cubren. Nuestros labios se juntan callando mis gemidos que quieren salir de mi boca cada vez que me embiste. Mis uñas marcan temporalmente su piel ya que siempre horas después sus rasguños desaparecen.

La cama es testigo de lo que hacemos, mi piel roja y sensible roza su piel. Cada gruñido que emite, cada mordida que me proporciona, cada embate que me da, me va acercando más al éxtasis. No demoro mucho en volver a tener el orgasmo que deja mis piernas temblando, Elian también termina y finalmente sus ojos se conectan con los míos.

—¿Ya has escogido tu vestido? —me pregunta y asiento.

—Te lo he querido mostrar, pero no sé dónde he dejado la carpeta que me entregó Eider —contesto tratando de calmar mi respiración.

Asiente y se acuesta a mi lado, me volteo y coloco mi cabeza en su pecho. Es de suponer que los señores de la luz y los señores de la noche ya nos dejarán en paz. La boda será en una semana, de los preparativos se está encargando él y solo me deja ocuparme de mi vestido.

Me siento en la cama y fijo mi mirada en él.

—Creo que Eider puede tener una copia de la carpeta —le digo esbozando una ligera sonrisa. Me levanto de la cama con intención de irme, sin embargo Elian toma mi mano deteniendome.

—Sería mejor si me lo describieras —tira de mi brazo haciendo que me acueste encima de él, sintiendo su miembro restregar mi entrada.

Me acerco a sus labios y comienzo a besarlos con suavidad, sus manos se posicionan en mi cintura para luego ir bajando lentamente. Agarra mis nalgas apretandome hacia él, voy dejando besos por todo su rostro hasta llegar a su oído.

—Cierra los ojos —le pido, elevo un poco mi cabeza para verificar si lo hizo para luego volver a mi posición inicial—. Imaginame con un vestido blanco...

—No quiero que sea blanco —me interrumpe.

—Calla —ordeno, cuando siento como su mano se estampa contra mi nalga haciéndome gritar.

—Cállame otra vez y tendrás más.

Echo un suspiro y esbozo una sonrisa sin que él pueda verlo, me acomodo sobre él y beso su mejilla para luego susurrar:

—Imaginame con el vestido... del color que prefieras, mis curvas resaltando a la hora de caminar hacia tí, ya que el vestido es corte sirena —tomo sus manos y las voy subiendo por mi cintura dejando que se imagine cada parte de mí con aquel vestido—. La parte de arriba siendo encaje dejando que mis pechos se realcen —llevo sus manos hasta mis pechos y él los aprieta suavemente robandome un gemido—, con tiras en vez de mangas y que esas tiras formen una enorme V en la parte de atrás dejando mi espalda al descubierto para luego finalizar en la parte baja de todo para darle inicio a una larga e inmensa cola que arrastro mientras camino.

Sus manos vuelven a bajar hasta mis glúteos acariciandolos, me voy acercando a sus labios para luego unirlos con los míos. El beso se vuelve voraz e intenso haciendo que nuestra calentura retome sus fuerzas, mi entrada nuevamente húmeda se restriega con su miembro erecto, muevo mis caderas hacia delante y atrás sintiendo placer. De un momento a otro su embestida me hace gritar separando mis labios de los suyos, ruedo los ojos de placer quedando extasiada. Una vez que arqueo mi espalda, sus labios atrapan uno de mis pechos, mordiendo y lamiendo mi pezón.

Sus embestidas arremeten en mi interior dejándome temblando, se abalanza y se posiciona encima de mí, separando mis piernas con ambas manos mientras me proporciona sus embates. Me sujeto de su cuello que a la vez aruño, el orgarsmo arrasa conmigo dejándome sin aire, Elian no se detiene ni piensa en hacerlo.