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Esto se hacía eterno.
Cuando me di cuenta era de día, me duele el cuerpo la incomodidad de estar en los brazos de Elián, tiene que dejar de hacer eso. Cuando por fin me bajó mis piernas flaquean y trato de estabilizarme rápidamente.
—Llegamos —me dice, miro a mi alrededor confundida, estábamos en una isla.
Nosé realmente donde estamos pero las vistas de esta isla son maravillosas, aunque los tacones se me entierran en la arena, el agua cristalina es fantástico, volteo a ver a Elián con la intencion de preguntarle que hacemos aqui, pero me doy cuenta de que esta serio como siempre, no veo ni una emoción en sus ojos color negro, si esto es una "cita" al menos que cambie su humor ¿No?
—¿Por qué estamos aquí? —pregunto mientras acomodo mi vestido.
—Me gusta la playa ¿A ti no? —fija su vista en el mar y hago lo mismo, me poso a su lado y no dejo de ver las olas romperse en la orilla.
—Si, me gusta.
Me quedo mirando el mar unos segundos más hasta que miro a mi alrededor, logro visualizar una cabaña hecha de madera. Mi curiosidad comienza a surgir y camino hacia la cabaña, me acerco hasta una de las ventanas a lado de la puerta principal y veo a una anciana cocinando algo, huele la olla y sonríe. Esa acción me hace sonreír un poco cuando de repente veo como Elián golpea su puerta con sus nudillos.
Aquella anciana mira su reloj y echa un suspiro rendido, apaga las ornillas y se dirige a la entrada, frunzo el ceño y de inmediato se que algo anda mal. Camino rápidamente hacia la puerta y me coloco a lado de Elián.
Aquella anciana nos abre la puerta y nos mira sonriente.
—Esperame en una de las tumbonas que hay cerca de las palmeras —me ordena Elián.
—¿Por qué? —volteo a ver a Elián confundida, mi instinto me dice que algo va mal, volteo a ver a la anciana nuevamente y veo como sus ojos se humedecen.
—Hazme caso —me miró aún más serio que nunca.
—¿Qué harás? —pregunté seriamente.
—Nada, hazme caso y ve ahora —su tono de voz era aún más gruesa y firme que antes, su voz había cambiado.
Algo anda mal y lo se.
—No, no me iré, si algo le haces a esta pobre anciana te las verás conmigo —me cruzo de brazos conectando mi mirada con la suya.
—Eres tan necia —me encara furioso, no iba a dejar que algo le pase a aquella anciana.
—Demasiado.
Nos estábamos mirando fijamente, sus ojos reflejaban furia pero los míos aún más, era como una pelea de miradas, sus ojos seguian negros, aquel color ambar fuego no han vuelto a aparecer. Nuestra pelea de miradas se alargó por minutos, finalmente Elián soltó un suspiro y miro a la anciana para luego volver a mirarme.
—Tengo algo que ofrecerte —le dice a la anciana.
¿Gané la pelea de miradas?
—Quiero oír —me crucé de brazo dispuesta a no irme.
—Si quieres que no le haga daño como tu dices, vete a sentar por allí—me dice alzando su tono de voz ordenandome a irme.
Mire a la anciana una última vez y me fui a sentar en una de las tumbonas, estaba molesta y preocupada, minutos después Elián se acerca a mí, me levanto rápidamente tropezándome con la arena. Elián me sostuvo por la cintura evitando que me caiga.
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La esposa de Satanás *COMPLETA*
RomanceSamara, un ángel guerrera sin duda muy hermosa y con una sensualidad fascinante, una guerrera fuerte, encargada también de darles paz y alegría a los niños que llegaban allí; pero cuando el mismo Diablo entra al paraíso a robar a su hermano Uriel, S...