Remo a tu favor

Calma

-       Que huevos más grandes tienes, ¿cómo se te ocurre cantarle esa canción? – dijo Gerard mientras se reía de su amigo tras contarle el momento que había tenido con Samantha tan solo unos días antes. Desde entonces no habían avanzado demasiado en la canción. Seguían sin estribillo, solo trabajaban con lo que tenían.

-       Me salió así en el momento, no sé... en ese momento pensé que sería una buena idea, pero evidentemente no lo fue porque desde entonces siento que la cosa está rara... - se rascó la cabeza – bueno, más rara de lo que ya estaba... creo que volvimos a conectar en ese momento, yo lo sentí... pero ella retrocede para atrás

-       Bueno, puede ser tu percepción. Le cantaste una canción que significaba mucho para vosotros, es normal que ahora esté un poco rara, aunque no creo que sea culpa de la canción, sino de la situación... es una idea pésima lo que estáis haciendo

-       ¿A que te refieres?

-       A que vais a volver a caer, solo es cuestión de tiempo. Si sigues a este ritmo, escribiéndole mensajitos por la noche como dices que haces, ella que te los responde, cantándole canción es a piano... Flavio, amigo... no es que vayas a volver a caer, es que has vuelto a caer – dijo dándole una palmadita en la espalda – y sabes perfectamente que eso no es bueno

-       ¿Qué estás diciendo? – dijo separándose de su amigo y levantándose del sofá – solo trato de mantener una buena relación. Es cierto, hablamos, pero eso no tiene nada malo, al contrario, ayuda al proceso creativo de la canción que tenemos que hacer por trabajo

-       Y en el proceso de ese trabajo... te das cuenta que sigues enamorado de tu ex – Gerard soltó una carcajada – cualquier persona se daría cuenta de lo que estás tratando de hacer. ¿cantarle "Best Part? ¿enserio, Flavio? Vais a volver haceros daño y esta vez hay otra persona implicada – Alex, hasta Gerard sabía de la existencia de Alex, y él se olvidaba que existía o al menos quería olvidarse que lo hacía, ¿por qué? Ella era feliz. 

-       Gerard, no estoy tratando de hacer nada. Simplemente surgió así. Sentí que volvimos a conectar... con la música y estoy seguro que ella también lo sintió, pero no pasó, ni pasará nada más. Como te gusta montarte películas, creo que Anne y tu veis demasiadas

-       Anne está de acuerdo conmigo, nunca pudiste olvidarte de Samantha y eso lo sabes tú y todo el mundo que conoce tu historia con ella.

-       ¿Se lo has contado a Anne? – fue lo único que atinó a preguntar ignorando todo lo el resto de lo que había dicho su amigo

-       Claro que sí, nos contamos todo y algo así no podíamos no comentarlo. – Flavio no respondió, tan solo se giró para posicionar su mirada a las vistas de su ventana – Yo solo espero que sepas lo que estás haciendo porque estáis jugando con fuego y esta vez puedes ser más doloroso para ambos que la otra vez. Como consejo, ten cuidado y por supuesto, sé honesto con ella. Creo que deberías hablar para dejar las cosas claras

-       Las cosas están claras. Solo estamos trabajando. Ella tiene novio. Casi me odia... no creo que tengamos nada más de lo que hablar. Decidimos dedicarnos a la canción nada más.

-       Si tú lo dices... pero recuerda que el único que se engaña aquí eres tú mismo.

Quizás Gerard tenía razón. Quizás nunca pudo olvidarse de ella y quizás era eso lo que más le asustaba admitir. No quería admitirlo. Pero cuando la miraba sigue sintiendo ese cosquilleo que solo ella pudo hacerle sentir y le aterra aceptar eso porque no salió bien y no sería justo para ninguno de los dos reabrir todo eso. No sería justo tocar el tema. Quizás puede que fueran unos dramáticos en el momento, pero para ellos fue el final de su relación y con ellos el principio de heridas difícil de cerrar, de sanar.