Karma

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El teléfono de Samantha sonó sin parar un par de veces, no lo había escuchado ya que había llegado un poco tarde la noche anterior y lo único que quería era dormir. Se había dormido tarde ya que sus pensamientos no la habían dejado conciliar el sueño. Solo podía pensar en él, en su voz, en su mirada, en el momento que tuvieron cantando juntos, no una canción, sino varias. Al menos la nueva canción les saldría bien porque había descubierto que seguían funcionando en el escenario. Todos esos sentimientos salieron a flote aquella noche, pero no podía hacer nada con ellos. Ahora entendía porque nunca pudo enamorarse de Alex, porque su relación era más una amistad que otra cosa, todo tenía sentido. Se sentía la persona más estúpida del mundo porque fue ella la que dejó ir todo aquello, ahora tenía que lidiar con sus sentimientos, mientras él ya lo había superado. Ella lo dejó ir. Él tampoco la buscó. Ninguno luchó por lo que tenían, se rindieron fácilmente... a veces, en la vida se toma malas decisiones que pueden definir tu vida.

El teléfono no paraba de sonar, así que decidió ver que estaba pasando. Estiró el brazo hasta la mesita de noche para poder alcanzar aquel aparato electrónico que no paraba de hacer ruido y no la dejaba seguir durmiendo o seguir perdida en sus pensamientos. ¿Quién se atrevía a despertarla?

- ¿Qué? – contestó un poco de mal humor. Se acababa de despertar y ni si quiera había mirado quién era la persona que estaba llamando.

- Buenos días, veo que te despiertas de buen humor – respondió la voz al otro lado de forma irónica

- Uf... perdón Roberto – era su manager, por suerte él conocía los humos de Samantha por las mañanas - ¿Qué pasa?

- Eso me estoy preguntando yo, ¿qué pasa? ¿has entrado a tus redes sociales?

- No... no he tenido tiempo, he estado durmiendo, ¿ha pasado algo? – la cabeza no le daba para pensar a esas horas de la mañana, aunque tampoco era tan temprano, eran las once, pero para ella, aún era temprano

- Míralas y en una hora te quiero aquí en la oficina para hablar sobre eso, Luis ya ha avisado a Flavio para lo mismo - ¿Flavio? ¿Qué tenía que ver Flavio? Oh, espera... no, no podía ser. De pronto su cabeza pensó en si alguien los había grabado

Colgó la llamada y decidió abrir su cuenta de twitter. Al principio solo vio muchos mensajes deseándole buenos días, a los cuales decidió dar algún favorito aleatorio sin darle más importancia. Siguió bajando y se vio lo que estaba pasando. Tenía sus notificaciones llenas de videos de ella y Flavio cantando en aquel bar, algunos de lejos, pero otros con bastante zoom en sus caras.

Continuó leyendo y la gente ya había creado un ship en ellos. Todos los comentarios sonaban como si estuvieran gritando, no entendía bien que estaba pasando. Entre los comentarios podía leer "No sabía que Flavio y Samantha se conocían, ¿están juntos?" "¿Samantha no estaba con Alex?" "No sabía que necesitaba a Flavio y Samantha cantando juntos hasta ahora" "¿Por qué pienso que estos dos tienen algo? Como se miran, me muero"

Se podían leer comentarios de parte de fans de ella y de él, era una locura. Sus nombres eran tendencia en twitter. Y todos hablaban y destacaban la química que tenían, la forma en la que se miraban, lo bien que quedaban sus voces juntas y pedían colaboración – lo que no sabían es que eso iba a pasar muy pronto –

Ahora el mundo los había visto... pero aún nadie había mencionado nada acerca de su pasado juntos. Esperaba que nadie tuviera material de ellos que aprovechar ahora que todos hablaban del tema. No tendría excusa, las entrevistas preguntarían por él y lo que menos quería era hablar del tema. Si ya le costaba hablarlo con su mejor amiga, ¿cómo iba hacerlo a un par de desconocidos que solo buscaban noticia?

Remo a tu favorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora