No hay nada ni nadie como tú

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Samantha se encontraba dando vueltas de un lado a otro mientras mordía los lados de sus uñas

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Samantha se encontraba dando vueltas de un lado a otro mientras mordía los lados de sus uñas. Su amiga Maialen la miraba sentada desde el sofá. Llevaba un buen rato dudosa en si ir o no al concierto de Flavio. Por supuesto que había estado todo tiempo con la duda, ella aún no había decidido cuando su amiga se plantó en la puerta de su casa y la obligó a vestirse.

Ir a un concierto de Flavio implicaba muchas cosas, la gente la vería y aún no había dado ninguna explicación pública hacía la noticia, ni de su relación actual con él, aunque para ser sinceros, ni ella sabía cuál era la situación actual. Tenían sexo de vez en cuando, más del que le gustaría aceptar, pero así era, pasaban tiempo juntos, pero más allá de eso... no sabía en qué punto estaba él, ni en qué punto estaba ella. Tenía claro lo que sentía, no podía negarlo, pero a veces no basta con sentir.

Maialen se levantó y se acercó a la rubia agarrándola de los brazos para que esta dejara de dar vueltas por el salón.

- Titi, cálmate, estás haciendo un mundo, no pasa nada por ir, ¿qué puede pasar? – la rubia la miró incrédula, no le convencía demasiado ese "no pasa nada por ir" porque sí que pasaba

- Sí que pasa. Pasa que me va ver gente. Pasa que llevo días sin verlo porque soy estúpida y él también y... ¿con que cara me planto yo ahora allí? No puedo

- ¿No crees que si no vas va ser aún más incómodo para ambos? – Samantha sabía que su amiga tenía razón en ese aspecto. ¿Con que cara le iba a mirar no habiéndose presentado a su concierto después de que la invitara? Está bien, no eran nada definido, pero tenían un historial detrás

- Lo sé. Pero me aterra la idea de ir – la chica cerró los ojos y soltó una bocanada de aire – Sabes... siempre pensé en cómo sería ir a un concierto de él, después de verlo cantar en aquel bar con su guitarra o el piano, siempre pensé en todo lo que podía a ser en un escenario... pero nunca pensé que la primera vez que lo viese en un escenario fuese en esta situación de mierda

- Sé que la situación es difícil, pero es la que es, lo hecho, hecho está. Si quieres ir a verlo, vamos a ir a verlo, da igual que te vean, da igual lo que digan, tu solo vas apoyarlo, no vas hacer nada raro

- No sé... es todo tan confuso

- Deja de pensar y vámonos ya porque vamos a llegar tarde y yo no quiero perderme un concierto y encima gratis – dijo la de Iruña tirando del brazo de su amiga y cogiendo la chaqueta y el bolso de ambas para que no pudiera objetar ninguna palabra

- Esto no me gusta – se quejó, pero cedió fácilmente. En el fondo eran sus ganas de ir, de verlos las que ganaron. Se cansó de pensar en las consecuencias que traía el ir porque también las traía el no ir. Además de que su amiga no le dejó muchas opciones.

Al llegar al recinto entraron como si fueran unas fans más, para suerte de ella nadie la reconoció o si lo hizo nadie se atrevió a decirle nada, al menos a la hora de la entrada, ambas chicas llegaron a su asiento con totalmente normalidad. Estaban cerca del escenario, así que le vería bien, pero no estaba segura que él la pudiera ver a ella.

Remo a tu favorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora