Remo a tu favor

Huir significa ir a buscarte

- ¿Estás sugiriendo que fijamos ser pareja públicamente? – preguntó Samantha aun sabiendo la respuesta porque las palabras de su manager lo habían dejado claro

- No lo estoy sugiriendo, os estoy contando que es eso lo que vamos hacer, no podemos dejar escapar esta oportunidad.

Samantha miró a Flavio que en ese momento también la estaba mirando a ella, por su mirada podía deducir que no le hacía ninguna gracia lo que estaban planteando, pero no iba a decir nada, él nunca decía nada y quizás ese era el problema. O al menos así lo veía ella.

- No vais a tener que hacer mucho. Solo ir a un par de eventos juntos, que se os vea juntos, jugar un poco con el público, pero sin darles cosas muy exactas. Quiero decir, vamos a darles la miel, para que la vean, pero no la podrán tocar, ¿me entendéis? – continuó diciendo Roberto

- No... porque hace un momento decías que hay que darle al público lo que quiere y ahora insinúas que no hay que darles nada concreto – dijo Samantha confusa y de mal humor ante las ideas de su manager

- Para que nos entendamos, si damos al público cosas muy exactas, la gente pierde interés fácilmente y lo que necesitamos es que ese interés siga ahí, al menos hasta que la canción salga y podamos ver números

- No me parece una buena idea – Samantha posicionó su mirada hacía el murciano que acababa de hablar. Se sorprendió. No iba a mentir – Si la gente va a escuchar nuestra canción es por el trabajo que hemos hecho, no por una relación inventada. Hemos trabajado mucho en esta canción para que ahora se venda otra cosa y no lo que realmente importa

- Flavio, hijo... no es eso. – comenzó diciendo Luis. - Esto es una oportunidad de promoción, no tiene nada que ver con vuestro talento, claro que la gente va a comprar y reproducir la canción, lo que queremos decir es que, si les damos un poquito de lo que quieren, podemos hacer números aún mejores porque todos van a querer ver que pasa

- Yo estoy de acuerdo con Flavio – dijo Samantha y se cruzó de brazos – No voy a fingir nada

- ¿A quién le importa los números? – preguntó Flavio retóricamente – Se supone que confiaban en nosotros por nosotros mismos, no para una supuesta relación. Lo siento, pero no voy hacerlo.

- Yo tampoco voy hacerlo – dijo Samantha de forma tajante – La canción se va vender por nosotros

- No estáis entendiendo el peso que puede tener todo – le informó Luis poniéndose serio – Podemos llevarlos a lo más alto

- Luis, seamos sinceros – Flavio clavó su mirada en la de su manager y continuó hablando – lo que importa aquí es el dinero, no si estamos en lo más alto. Yo no voy a vender algo que no es real y si lo fuera tampoco lo haría porque es mi vida personal y mi trabajo son dos cosas diferentes y si alguien va a escuchar una canción mía por mi vida amorosa, prefiero que no lo haga.

Samantha lo miró orgullosa de todo lo que el chico acababa de soltar. Había mucho más allá que el no querer vender nada. Su historia era real, había sido real y aunque ya no estaban juntos y ambos pensaran que el otro lo había superado... ninguno estaba por la labor de vender su relación y eso que un día les importó y fue importante en sus vidas. La gente comenzaría a investigar y ninguno puede asegurar que no puedan encontrar algo o que alguien filtre algo. Las cosas del pasado no hay que tocarlas.

- Estoy de acuerdo – la rubia le dio la razón a su compañero – creo que ya no hay nada más que hablar. La próxima reunión será en el estudio. – dijo levantándose de la silla y dirigiéndose hacia la puerta, lo que provocó que Flavio hiciera lo mismo y fuera tras ella ante la mirada de sus dos manager que no fueron capaces de decir nada más.