Sleeping With My Brother's Girlfriend [MiChaeng]

Cruzando la línea

"– ¡Eres un maldito imbécil!

– ¿Ah, sí? ¡Pues de este imbécil te enamoraste!

– ¡Me arrepiento de haberme enamorado de ti!

– ¡Entonces vete! ¡Déjame en paz y vuelve a tu vida de cuentos de hadas!

– ¡Bien!"

Jungkook cerró los ojos recordando aquella discusión que tuvo con Taehyung mientras bebía su séptimo vaso de whisky. La cabaña se encontraba sola, sus padres habían ido a pasear, Mina estaba con sus amigas, Taehyung salió con los YoonMin y Chaeyoung... Bueno, el castaño no tenía idea dónde estaba la pequeña.

Pero no quería pensar en ella, por culpa de ella y su maldito compromiso es que había peleado con el pelinegro y se encontraba muy enfadado como para siquiera verla.

Pero lamentablemente las cosas no iban a seguir el curso que él esperaba.

– Jungkook, dice tu padre que lo lla... – la coreana se quedó estancada en la puerta – ¿Otra vez bebiendo?

– ¿Qué mierda quieres, Chaeyoung? – preguntó con voz lenta y pausada.

– ¿Por qué demonios estás tomando?

– No es tu problema – masculló enojado.

La pequeña suspiró.

– Oye, no entiendo cuál es la razón por la que te estás comportando de esa manera – Chaeyoung lo miró – Pero es momento de que te calmes, yo no tengo la culpa de tu malhumor.

Jungkook soltó una risa y puso su vaso vacío sobre la mesa de un golpe que sobresaltó a la menor.

– Oh, ¿en serio no sabes?

– ¡Por supuesto que no! – espetó – Has estado extraño estas últimos semanas, te la pasas tomando como un maldito desesperado y...

– ¡Es tu culpa! – gritó poniéndose de pie y la pelinegra por acto reflejo retrocedió.

– O-Oye... Cálmate...

– ¡No me voy a calmar! ¡Esta es tu maldita culpa! ¡Por tu culpa todos los que amo se están alejando de mí!

Chaeyoung frunció el ceño.

– ¿De qué estás hablando? ¡Si la gente se aleja de ti es por tu maldita actitud! – le gritó y el castaño apretó la mandíbula, la sangre le hervía y el alcohol en su sistema no lo ayudaba a pensar con claridad.

– ¡Es tu culpa! ¡Eres tú y ese jodido compromiso! ¡Yo no quiero casarme contigo! – gritó y Chaeyoung sonrió con soberbia.

– ¿Y crees que yo sí? – lo encaró – ¿¡Quién carajos va a querer casarse con un borracho de mierda que no sabe hacer con su jodida vida!? ¡Mírate, te ves patético!

– Bueno, tú fuiste la que me escogió de novio, tú fuiste la que se enamoró de mí como una idiota – el chico dio pasos al frente mientras Chaeyoung retrocedía.

Pero lamentablemente su camino fue interrumpido por una pared.

– Yo jamás estuve enamorada de ti – admitió la pelinegra cuando Jungkook estuvo frente a ella – ¡Yo jamás te amé! ¡Eras tú quién estaba detrás de mí pidiéndome una oportunidad y yo acepté porque me diste pena! ¡Eso es lo único que me causas, Myoui! ¡LÁSTIMA! – le gritó en la cara.

– Cállate...

– Oh, ¿te dolió? – Chaeyoung rió – Das lástima, por eso nadie se queda a tu lado... ¿Quién va a querer hacerlo? No eres más que un...

– ¡Qué te calles! – gritó y alzó su mano.

Desafortunadamente esta vez no hubo nadie quien lo detuviera, por lo que el sonido seco del golpe resonó en toda la habitación mandando a la pequeña al suelo, con su mejilla al rojo vivo.

– ¡Eso es para que aprendas a no hablarme así!

– Kook, papá dijo que... – Mina se quedó paralizada en medio de la habitación al ver la escena, mientras el castaño se ponía pálido y tragaba saliva.

– M-Mina... Yo puedo... E-Ella...

– Te atreviste a tocarla – la mayor de los Myoui apretó los puños y miró a su hermano con furia – ¿Acaso no te quedó claro la última vez? Haz cruzado la línea.

– P-Puedo explicarlo...

– Vamos a ver si vas a quedar bien físicamente para explicarme – la rubia se acercó – En este momento, has dejado de ser mi hermano.

Lo siguiente que Chaeyoung desde el suelo vió fue como Mina le propinaba un golpe a su hermano, y luego otro, y otro, y otro. No se detenía, pero tenía tanto miedo como para hacer algo, sólo quería correr y llorar hasta que sus pulmones se secaran.

Por fortuna, Nayeon y Jeongyeon llegaron para separar a la japonesa del chico que se encontraba con la nariz y labios sangrando.

– ¡Con ella no vas a volver a meterte! ¡Suéltame! – gritaba Mina totalmente sacada, tratando de zafarse del agarre de Jeongyeon.

– ¡Basta, Mina! ¡Estás asustando a Chaeyoung! – le gritó Nayeon quien se había acercado a la coreana menor, pero esta estaba en shock – Ya le diste su merecido, no te rebajes más.

La rubia miró a su chica y respiró profundo, calmándose y con pasos lentos se acercó, ignorando los quejidos de su hermano.

– Chaeng... – murmuró y en cuanto sus ojos se encontraron, la pelinegra se abalanzó sobre la japonesa quien sólo la abrazó y le permitió llorar en su pecho – Tranquila, nada malo te pasara... Yo estoy aquí.

Para cuando llegaron los señores Myoui, no podían creer lo que había ocurrido... Aunque esta vez, ninguno de ellos pudo defender el actuar de su hijo menor. En ese momento la señora Myoui entendió que no podía permitir que Chaeyoung se casara con Jungkook, eso no podía pasar.