Sleeping With My Brother's Girlfriend [MiChaeng]

Los dedos son mejores que los penes

Capítulo con contenido explícito.

MINA POV:

Eran exactamente las 4:57 am cuando todos ya estaban dormidos.

Jungkook, Jimin y Taehyung estaban tirados en el suelo mientras dormían con la boca abierta. Sana, Dahyun y Yoongi se abrazaban como bebés en el sofá, no pude evitar sacar una foto y postearla en twitter.

– Mina, sólo quedamos tú y yo – dijo Chaeyoung saliendo del baño mientras se tambaleaba.

A este punto, ninguna de las dos estábamos en nuestros 5 sentidos. Quizás teníamos dos conscientes, el tacto y el gusto... Y bueno, mi tacto me dice que vaya a tocarle la panocha y mi gusto reclama que la bese en lugares donde el sol no le llega, o sea el ojete.

– ¿A ver tu cola? – dije sin pensar y ella rió en alto.

– Eres muy chistosa – sonrió – Oye, ¿recuerdas lo que me dijiste hace unas horas?

– ¿Qué me gusta comer fideos con mayonesa? – pregunté ladeando mi cabeza.

– Dios, ¿realmente me gustas? – negó con la cabeza.

– ¿Eh? – me sorprendí, ¿acaso ella se confesó?

– Espera, ¿qué he dicho?

– Me gustas – respondí.

– Aw, tú también me gustas – guiñó y caminó hacia nuestro cuarto – Ven si quieres el postre, Minari~

Oh, santa Tzuyu de las mercedes.

Caminé con cuidado de no pisar a los cadáveres y la seguí hasta el cuarto, donde cerré la puerta con seguro.

– Chaeyoung, si no quieres hacer esto...

– Mira, debo estar loca para confiarle mi virginidad a una borracha pero quiero que lo hagas – me cortó y me regaló una sonrisa – A pesar de todo, confío en ti.

¿Realmente va a dejar que sea su primera vez?

– ¿Jungkook no te ha desvirgado? – pregunté.

– Creo que sabes que me dan asco los penes – dijo juguetonamente acercándose a mí.

– Y es mejor, voy a demostrarte que los dedos siempre son mejores que un pene – guiñé y la tomé de la cintura para acercarla a mí.

– Hazme tuya, cuñada – pronunció sobre mis labios y ya fue, fallecí.

La besé lentamente, disfrutando de sus labios por los segundos que... Ni siquiera les presté atención, sus labios eran una adicción de la que no puedo salir con facilidad.

– Chaeyoung – susurré y pasé mis manos por debajo de su camiseta, acariciando su suave piel.

– ¿Sabes? – me dijo cuando quité la prenda por encima de su cabeza – No te voy a negar que me gustaría tener tu amor, pero ahora lo que más deseo es tener tus dedos dentro de mí.