CAPITULO 60

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Doctor: Bueno.... Venga conmigo entonces.

Narra Ignazio:

Antes de entrar a la habitación le pregunté al doctor como estaba. Me dijo que en proceso de estabilización y luego de eso respiré muy profundo y entré.
Cuando pasé la vi a ella, su rostro angelical conectado a docenas de cables para estabilizarla. Me shocké y algunas lágrimas brotaron de mí. Lentamente me acerqué a ella y comencé a hablarle.

Ignazio: Hola ¿Cómo estas? Uf me imagino que debes estar soñando esas cosas locas que sólo tu podrías soñar –Dijo soltando una leve carcajada -. ¿Sabes? No me separaré de ti hasta que despiertes, quiero ver cuando eso suceda, porque sucederá no te puedes ir sin decirme adiós –Dijo mientras limpiaba algunas lágrimas de sus ojos -. Aún nos falta mucho por vivir –Dijo tomando tú mano en la cual había algunos cables -. ¿Recuerdas que dijiste que tendríamos 3 hijas que se llamarían Yamel, vale y daniela? Tú querías que todas fueran mujeres. Por eso te tienes que quedar aquí, conmigo, porque yo sin ti no soy nada _________ Sin ti no tengo rumbo ni destino, no me dejes, lucha si quieres estar aquí. Recuerdo cuando te conocí cuando patinabas en hielo… Sí fue un hermoso momento ¿Quién diría que llegaríamos tan lejos? Hemos superado muchísimos obstáculos _________ y este es solo uno más pero depende de ti –Dijo llorando -.


Narra Ignazio:

Pasaron dos días sin progresos de ellas. Dos días en los cuales yo no me despegué del hospital; me quedé siempre con ella. Todos los días le hablaba como si ella estuviese ahí conmigo y no me aburrí. Fueron dos días de larga espera, hasta que al fin el milagro llegó.

Tu: I-Ignazio –Dijiste con un volumen de voz muy despacio -.
Ignazio: ¡Mi amor! –Dijo casi gritando; tu solo sonreíste -.
Tu: Te amo
Ignazio: Yo también cariño. ¿Cómo te sientes? 
Tu: -Sonreíste; Ignazio te correspondió -.
Ignazio: ¿Cómo te sientes amor? –Dijo nuevamente; tocando tu frente -.
Tu: Ignazio déjame ir.
Ignazio: ¿A dónde?
Tu: Con mis abuelos al cielo, ya estoy lista para irme –Dijiste débilmente -.
Ignazio: No _______________ por favor.

Narras tú:
El dolor se hacía insoportable, quería descansar en paz. Las únicas razones por las que yo seguía intentando mantenerme en pie eran mi mamá y Ignazio, si no estuviesen ellos mi vida hubiese acabado desde que me diagnosticaron esta enfermedad. En esos momentos solo quería ver el rostro de Ignazio y besarlo… besarlo hasta mi último segundo de vida.

El Ciego AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora