CAPITULO 24

42 1 0
                                    

Narras tú: 

Dicho así, me bajé y caminé los pasos que me dijo mi mamá, no tuve que caminar demasiado porque sentí alguien susurrarme : ‘_______’ a lo cual reaccione estremeciéndome.

Tu: -Suspiraste -.

Ignazio: Siéntate

tu: -Intentaste sentarte rápidamente-.

Ignazio: yo...

Tu: Por favor, dime rápido ¿sí?.

Ignazio: Sinceramente _____________. No te quiero perder, nunca había conocido a alguien como tú, sé que aún me ocultas algo, lo sé. Pero eres la más dulce del mundo cuando sonríes, eres mi amiga especial, esa amiga que cualquier persona querría. No quiero perderte, te pido perdón de todo corazón, yo de verdad... -Comenzó a llorar -.

Tu: ¿Estás llorando? -Dijiste intentando buscar su mirada, aunque obvio, no podías-.

Ignazio: No. -Dijo tomando aire -. 

Tu: no, no, no, Ignazio, perdóname -Dijiste abrazándolo -. Eres un amigo increíble, perdóname por hacerme rogar, eres muy buena persona. No te cambiaría nunca, quiero recuperar el tiempo que perdimos al estar un mes enojados, perdóname! 

Tú como estas ciega, no te diste cuenta que Ignazio se estaba acercando peligrosamente a ti.

Narras tú:

Hubo un momento de silencio entre ambos, solo me di cuenta del objetivo de Ignazio, cuando sentí ambas respiraciones combinarse. Me estremecí y me puse muy nerviosa ¿Había marcha atrás? ¿Sería este nuestro primer beso? ¿Estaba preparada para esto? Miles de preguntas vinieron a mi mente en dos segundos.

El Ciego AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora